A una semana del tiroteo en el Colegio Cervantes, los alumnos regresaron ayer bajo fuertes medidas de seguridad, con la instalación de arcos detectores de metal, detectores portátiles y mochilas transparentes.
El pasado 10 de enero, al rededor de las 8:20 horas, un estudiante de sexto año de primaria disparó en contra de su maestra María “N”, de 50 años, quien murió en el lugar, y en contra de cinco compañeros y un maestro de educación física, para después suicidarse.
Papás presenciaron ingreso al plantel
Tras el reinicio de clases, los alumnos comenzaron a llegar después de las 07:00 horas acompañados de sus papás, de quienes se solicitó su asistencia.
En un comunicado, la institución educativa recomendó no portar mochilas o loncheras, usar bolsas transparentes sobre malla para guardar lo que necesiten para sus actividades extraescolares.
También se estableció que los alumnos deberán contar con dos lapiceras, una para uso en casa y otra para que permanezca en la escuela.
A través de detectores de metales marca Garrett PD6500i, los educandos comenzaron a ingresar, estos equipos son iguales a los utilizados en eventos masivos, como conciertos o para el control de aeropuertos y fronteras.
Todo fue supervisado por los directivos del colegio, quienes estuvieron atentos para garantizar la seguridad en el plantel educativo.
Excelsior