Los incendios forestales han matado a más de 1.000 millones de animales en toda Australia, incluidos más de 800 millones de ejemplares en el estado de Nueva Gales del Sur, el más afectado por las llamas, según las estimaciones de un experto académico de la Universidad de Sídney, el profesor Chris Dickman.
Hace varias semanas, el profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Sídney ofreció una primera estimación de las consecuencias de los incendios forestales y habló de al menos 480 millones de animales muertos.
Teniendo en cuenta que los incendios han continuado en Australia, especialmente en el estado de Nueva Gales del Sur, el profesor universitario ha revisado al alza su estimación hasta situarla en más de 1.000 millones de ejemplares muertos, incluidas especies tan características de Australia como los koalas y los canguros.
«Creo que no hay nada igual que se pueda comparar con la devastación que está habiendo en una zona tan amplia de forma tan rápida. Es un acontecimiento monstruoso en términos de geografía y de número de animales afectados», ha dicho el profesor universitario, en declaraciones a la cadena de radio estadounidense NPR.
«Sabemos que la biodiversidad australiana ha estado rebajándose durante las últimas décadas y es probablemente bien conocido que Australia tiene el mayor índice de extinción de mamíferos. Hechos como estos pueden acelerar el proceso de extinción para otras especies. Es un momento muy triste», ha afirmado.
El experto académico ha advertido de que Australia está sufriendo claramente «los efectos del cambio climático». «A veces se dice que Australia es el canario en la mina de carbón con los efectos del cambio climático siendo los más graves y los más tempranos. Estamos probablemente viendo lo que puede ser el cambio climático en otras partes del mundo con las primeras fases de este proceso en Australia», ha explicado.
Dickman ha hecho hincapié en que «los científicos» deben volver a ser escuchados en el debate sobre el cambio climático y sus efectos para averiguar «qué es probable que pase en las próximas décadas» y cómo se puede mantener la biodiversidad «en esta situación cambiante».
Excelsior