El rey Felipe VI se reúne con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en el inicio de una inédita visita por los 500 años de La Habana
LA HABANA.
El rey de España, Felipe VI, se reunió este martes con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en el inicio de una inédita visita por los 500 años de La Habana, un fuerte gesto político hacia la isla, bajo presión diplomática de Estados Unidos.
La pareja real fue recibida por el presidente cubano con honores militares en el Palacio de la Revolución, poco después de depositar flores ante el monumento al héroe cubano José Martí, en la Plaza de la Revolución. Seguidamente el rey Felipe y Díaz-Canel sostuvieron conversaciones oficiales.
En cordial encuentro reconocimos las positivas relaciones bilaterales existentes, basadas en históricos lazos familiares y culturales que fortaleceremos», tuiteó Díaz-Canel.
Esta es la primera visita de Estado de un monarca español a la isla, una de las últimas colonias latinoamericanas en separarse de Madrid, en 1898.
La visita de los reyes, que arribaron a La Habana la noche del lunes, ocurre en un momento de festividades para la capital cubana, que anualmente atrae a millones de turistas seducidos por sus calles detenidas en el tiempo y se apresta a celebrar el aniversario de su fundación, el 16 de noviembre de 1519.
Pero el contexto político no es para celebrar: la llegada en enero de 2017 de Donald Trump a la Casa Blanca puso fin al histórico acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, que propició su antecesor Barack Obama.
Acusado de oprimir a su pueblo y de apoyar militarmente a Venezuela y su presidente Nicolás Maduro, el gobierno cubano ha sufrido una lluvia de sanciones que ha afectado principalmente a su población, víctima de la escasez de gasolina o con mayores dificultades para obtener una visa estadunidense.
‘Mensaje claro’
En este clima tormentoso, Cuba busca el apoyo de aliados tradicionales como Rusia y Venezuela, pero también de la Unión Europea (UE).
Ante el asedio de la administración Trump contra Cuba, el viaje de los reyes a la isla puede interpretarse como un respaldo a las relaciones económicas, políticas, culturales y de cooperación entre la república de Cuba y el reino de España», consideró Raynier Pellón, experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional en La Habana.
Este es «un mensaje claro para la Casa Blanca», dijo el académico cubano Arturo López-Levy, de la universidad estadunidense Holy Names.
Tercer socio comercial de Cuba después de China y Venezuela -con intercambios de mil 390 millones de dólares en 2018-, España no ha dudado en criticar la política de Trump hacia la isla.
La activación del Título III de la ley estadunidense Helms-Burton, que amenaza con enjuiciar a las compañías extranjeras presentes en Cuba, es «un abuso de poder al que nos oponemos», denunció en mayo el ministro de Relaciones Exteriores, Josep Borrell, quien acompaña a la pareja real.
Ante la preocupación de las numerosas empresas españolas que operan en la isla, especialmente en el turismo, el jefe de gobierno Pedro Sánchez prometió continuar «alentando las inversión en Cuba», cuando también realizó una visita histórica a la isla en 2018.
Excélsior.