Una de las principales líneas de investigación tras el ataque armado en una fiesta infantil que se celebraba en Iztapalapa, indica que todo se trató de una venganza entre miembros de una misma banda delictiva quienes tuvieron un enfrentamiento.
Investigaciones señalan que el ataque iba dirigido en contra de dos de los asistentes; de hecho, a un familiar de ellos ya lo habían secuestrado y asesinado tiempo atrás. Los dos sicarios llegaron directamente contra dos personas y les dispararon.
Los niños esperaban partir un pastel y romper una piñata, en el lugar murieron dos personas; al menos otras ocho quedaron heridas, de las cuales cinco son niños.
Más tarde se supo que uno de los niños murió en el Hospital General de Iztapalapa.
Cerca de las 22:30 horas fue cuando se realizaba la fiesta para los niños en la calle Colorines de la colonia Ixtlahuacán, algunos niños jugaban; sus papás estaban con ellos.
En el lugar murió una joven de 19 años identificada como Tiffany L. y otro hombre de 30 llamado Rubén R.
Aunque los paramédicos llegaron al lugar, algunas personas prefirieron tomar a sus niños heridos, subirlos a sus autos y llevarlos a diferentes hospitales.
Después de disparar, los hombres salieron del lugar y huyeron de ahí.
Excelsior