El crimen se ha enfocado al hurto de este combustible, debido a la lucha que se lleva a cabo contra el saqueo de hidrocarburos.
La delincuencia organizada sigue avanzando en el robo de gas LP, pues tan sólo en un año ya registró un aumento de 480% en el número de perforaciones a los ductos, lo que pone en riesgo a las comunidades cercanas, pues el combustible es de alta flamabilidad.
Tras el combate al robo de las gasolinas, diesel y crudo, las bandas delincuenciales están encontrando en dicho producto un nuevo nicho de negocios que les deja ganancias millonarias, pues es demandado por casi 80% de los hogares en México.
Es así que, entre enero y agosto de este año, Petróleos Mexicanos (Pemex) registró un total de 742 tomas clandestinas, lo que significó un aumento de 480% o 614 más en comparación con las 128 del mismo periodo de 2018.
Dicha cifra es la más alta de los últimos años, lo que demuestra que las bandas dedicadas al robo de combustibles está migrando al gas LP, el cual reparten en pipas apócrifas en diferentes entidades, principalmente en el centro del país, por ser donde se concentra la mayor demanda a nivel nacional.
Datos de Pemex muestran que Puebla se ha convertido en el estado con el mayor número de tomas clandestinas para el robo de gas LP, pues en un año este delito se ha incrementado en 896 por ciento.
El último informe de la empresa muestra que entre enero y agosto de 2019 se registraron 468 perforaciones ilegales, lo que significó 421 tomas más respecto a las 47 del mismo periodo del año pasado.
Este delito se ha venido incrementando de manera importante en el mencionado estado, contrario a la reducción de 25% en el número de perforaciones para la ordeña de gasolinas y diésel, lo que hace pensar que el crimen organizado está aumentando su interés por el gas LP como objetivo de robo y venta en el mercado negro.
El segundo estado donde se ha registrado el mayor número de ataques a la red de ductos para el robo de gas LP, es el Estado de México, pues pasó de 55 perforaciones ilegales entre enero y agosto de 2018 a 175 en 2019.
Esto significó un aumento de 218%, lo cual coincide con la incidencia delictiva que registra la entidad para el robo de gasolinas y diésel.
Del mismo modo, Tlaxcala llama la atención por el aumento exponencial de este delito, pues pasó sólo de una toma a 28 este año, siendo la tercera entidad con el mayor número de estos delitos, mientras que Querétaro y Veracruz sumaron 21 y 20 perforaciones ilegales cada una.
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