Este sábado 21 de septiembre, se llevó a cabo la marcha por la vida, la familia y las libertades, la cual sumó a gran cantidad de queretanos que con pancartas, pañuelos celestes e insignias se manifestaron en contra del aborto.
La marcha arrancó en la Plaza de Toros Santa María a las 9:00 de la mañana y tomó dos carriles de Constituyentes para llegar al monumento de Colón frente a la Alameda Hidalgo, donde integrantes del Frente Nacional por la Familia, expusieron distintos manifiestos.
Patricia Dorantes, representante del Frente en Querétaro, destacó que la marcha se realizó en 74 ciudades del país y algunas de Estados Unidos, en estas se defendió el derecho a la vida y la paz en México.
«Todos unidos en favor de la vida, a favor de la familia, sobre las libertades, aquí estamos defendiendo, dando la cara, diciendo sí a la vida, a la familia y las libertades, queremos abrazar a México, ni un mexicano menos», apuntó.
Posteriormente, niños, jóvenes y adultos provida dieron a conocer ante la multitud las exigencias hacia los legisladores y gobernantes del país.
a) «Hacemos una exigencia pública para que nos hagan caso y se nos respeten libertades principales como lo es la vida humana, la paz social, respeto a la libertad e impulso a la familia ¡Qué viva la vida!».
b) «Solicitamos a los legisladores y gobernantes, dar especial protección a los más vulnerables, ancianos y enfermos terminales y ¡no a la muerte! Exigimos la abolición de toda legislación permisiva del aborto y el rechazo a todas las iniciativas que facilitan la eutanasia».
c) «Hoy queremos que quede muy claro, defendemos el derecho que tenemos los padres a educar a nuestros hijos, esa educación no debe ser secuestrada por ningún tipo de ideología».
La marcha que tuvo una duración de casi dos horas, contó con la participación de familias completas, asociaciones civiles y grupos religiosos, quienes con gritos de ¡Viva la vida! ¡Viva la libertad! ¡No al aborto! y ¡Viva la Familia! manifestaron su sentir ante los temas del aborto, el matrimonio y la educación de los hijos.
Por: Iraí Silva