El gobierno reveló daño síquico y emocional en cientos de menores
Niños migrantes que fueron separados de sus padres en la frontera México-EU el año pasado mostraban síntomas de estrés postraumático, los que se agravaron durante el proceso de reunificación familiar, según un informe de un organismo supervisor del gobierno estadunidense.
Los menores exhibían más síntomas de miedo, sensación de abandono y estrés postraumático que los chicos que no fueron separados de sus padres, indicó el inspector general del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Algunos lloraban inconsolablemente, otros creían que sus padres los habían abandonado y estaban enojados y confundidos. Otros sentían miedo o culpa, detalló.
El informe es el primer documento oficial de una dependencia del gobierno sobre el impacto que ha tenido en la salud mental de los menores la política de “tolerancia cero” del gobierno de Donald Trump, que dio lugar a la separación de familias. Se basa en entrevistas a un centenar de médicos especializados en salud mental que atendieron a los menores.
Un segundo informe del mismo organismo, difundido también ayer, indicó que miles de empleados del gobierno tuvieron acceso directo a los menores migrantes antes de completar la revisión de antecedentes y de que se les tomarán las huellas digitales.
El informe abarca un periodo del año pasado en el que las instalaciones para albergar migrantes estaban desbordadas. Unos 2,500 menores fueron separados de sus padres.
Los niños permanecieron en la frontera bajo custodia mientras sus padres eran llevados a tribunales federales para iniciarles procesos penales.
Los menores que pasaban más de 72 horas bajo custodia eran transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos, que los ubicaba en albergues, donde permanecían hasta que eran entregados a un patrocinador, generalmente uno de sus padres o un familiar cercano.
Excélsior