El huracán, categoría 4, avanza lentamente hacia EU; hay cinco estados en emergencia y 990 vuelos se suspendieron
Aunque ayer se debilitó a categoría cuatro, el huracán Dorian mantiene su fuerza mientras atraviesa la isla de Gran Bahama.
En total, cinco personas perdieron la vida en Bahamas a causa del fenómeno meteorológico, que avanza hacia la costa este de Estados Unidos.
Entre las víctimas se encuentra Lachino Mcintosh, un niño de siete años que perdió la vida ahogado.
Además, 13 mil casas en las Islas Ábaco (donde tocó tierra el huracán el domingo pasado) se encuentran severamente afectadas, de acuerdo con estimaciones de la Cruz Roja.
Debido al acecho del huracán, en Estados Unidos, cinco estados se encuentran en situación de emergencia.
Se trata de Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida.
Estas declaraciones autorizan a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) coordinar los esfuerzos de socorro en casos de desastre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó a los ciudadanos amenazados a obedecer las órdenes de las autoridades locales, e insistió en que la seguridad pública “siempre debe ser lo primero”.
Debido a las intensas lluvias, 990 vuelos fueron cancelados en los aeropuertos de Orlando, Miami, Fort Lauderdale y Palm Beach, Florida.
Al respecto, el Centro Nacional de Huracanes en Miami informó ayer que los vientos máximos sostenidos disminuyeron a 240 kilómetros por hora, por debajo de los 285 que alcanzaron el domingo pasado.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, pidió a la población que obedezcan las órdenes de evacuación.
“Salgan ahora mientras hay tiempo y mientras tengan combustible disponible”, declaró DeSantis en una conferencia de prensa desde el centro de operaciones de emergencia del estado, en Tallahassee.
Por su parte, en Freeport, en la isla de la Gran Bahama, el agua provocó inundaciones de hasta 1.8 metros de agua en viviendas.
“Parecen barcas sobre el agua”, narró Rosa Knowles-Bain, de 61 años, una mujer que está alojada desde hace dos días en uno de los refugios de emergencia habilitados por las autoridades locales.
Excélsior
