Un hombre se enteró con tristeza dos años después que el cuerpo de su mamá había sido utilizado para probar bombas y explosivos del ejército de Estados Unidos
Una vez que morimos nuestro cuerpo puede ser usado de muchas formas, dependiendo claro, lo que dejemos por escrito.
Desde donación de órganos -donde se pueden salvar muchas vidas hasta a la ciencia.
Lo segundo fue lo que decidió hacer un hombre con el cuerpo de su madre Doris Staufeer.
La mujer de avanzada edad padecía Alzheimer y su hijo pensó que sería buena idea donar su cerebro y otras partes del cuerpo para que expertos lo estudiaran.
Sin embargo, con tristeza años años después se enteró que el cadáver había sido utilizado para probar bombas y explosivos del ejército de Estados Unidos.
El cuerpo había sido donado al -ahora- desaparecido Centro de Recursos Biológicos (BRC), quienes después lo vendieron al ejército estadunidense.
Sus restos fueron utilizados para probar los efectos de un artefacto explosivo improvisado (IED) y bombas camineras, un tipo de armamento usado por los terroristas.
El hombre contó en una entrevista para Fox que cuando murió su madre acordó donar su cerebro a una compañía privada.
Para su mala suerte, horas después del fallecimiento la empresa rechazó el acuerdo y tuvo que buscar otros servicios de donación y fue ahí donde encontró al BRC.
En los registros el hombre dejó claro que no podía ser utilizado en pruebas médicas que involucran explosiones. Cosa que fue ignorada COMPLETAMENTE.
Días después recibió una caja con el resto de las cenizas de su madre pero sin información de cómo fueron usados sus restos.
En 2016, dos años después de la muerte de su mamá, Reuters le informó sobre el uso que BRC le dió a los restos y le explicó que fue uno de los 20 cuerpos vendidos al ejército sin consentimiento de las familias.
El gobierno expresó en un comunicado que el Centro de Recursos Biológicos fue inmoral al vender los cuerpos sin informarle a sus familias.
Excélsior
