El regreso de los demócratas al control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos significará el retorno del sistema de pesos y contrapesos que estuvo casi ausente durante los primeros dos años de la administración del presidente Donald Trump.
Con excepción de algunos casos que involucraron cuestionables prácticas de miembros de la administración Trump que fueron forzados a renunciar o despedidos, el presidente y su gobierno operaron mayormente sin rendir cuentas ante un Congreso dominado por los republicanos, el partido del mandatario.
Estos optaron, en cambio, por actuar con un celo revisionista, recurriendo a investigaciones y audiencias de claro trasfondo político en un afán de abonar a la narrativa del mandatario y sus simpatizantes y acallar a la vez las controversias que han plagado su administración.
Los republicanos, en especial en la cámara baja, destinaron gran parte de su trabajo legislativo para cuestionar la investigación que lleva a cabo del fiscal independiente, Robert Mueller, sobre la posible colusión entre la campaña electoral de 2016 de Trump y Rusia, quizá la piedra en el zapato más molesta para el mandatario.
También optaron por dejar de lado temas apremiantes como el control de las armas de fuego, pese a la recurrencia de la violencia armada y asesinatos en masa que en 2018 cobraron más de 40 mil vidas, incluyendo los 17 estudiantes asesinados en una escuela de Florida, el 14 de febrero pasado.
Aunque los demócratas han declarado de manera pública su interés en ocuparse de prioridades legislativas como atención médica y el derecho al voto, también preparan una andanada de investigaciones sobre el mandatario y su administración.
Tanto Nancy Pelosi, quien se enfila a convertirse en la presidenta de la Cámara de Representantes, como los demócratas que presidirán comités planean iniciar investigaciones y audiencias sobre temas que van desde los impuestos y relaciones comerciales de Trump, hasta la conducta de los miembros actuales y anteriores del gabinete.
La televisora CNN reportó en fecha reciente que ante el cúmulo de investigaciones que se anticipan, los demócratas de la Cámara de Representantes duplicarán sus equipos legislativos, incluyendo aquellos con habilidades de investigación específica desde lavado de dinero hasta contratos.
El entrante presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, Elijah Cummings, envió en fecha reciente unas 50 cartas a las agencias administrativas, a la Organización Trump y a abogados personales del mandatario, requiriendo documentos en preparación del trabajo que iniciará una vez que asuma el cargo.
El congresista por Nueva York, Jerry Nadler, presidente entrante del Comité Judicial de la cámara baja, indicó hace unas semanas que su bancada intensificará sus propias investigaciones sobre la posible colusión entre la campaña Trump y Rusia.
El nuevo Congreso no tratará de proteger al presidente. Trataremos de llegar al fondo de esto para servir al pueblo estadunidense y detener esta conspiración masiva, este fraude masivo contra el pueblo estadunidense”, dijo a periodistas en el Capitolio.
Los demócratas buscarán igualmente empujar una iniciativa de ley para proteger a Mueller, ante los temores de que el mandatario pudiera despedirlo y dejar trunca la investigación, algo sobre lo que los republicanos se mostraron reacios a actuar.
El profesor de política en la Universidad McGill y exredactor de discursos en el Congreso, Rob Goodman, calificó de vergonzoso que los republicanos hayan renunciado a su responsabilidad de supervisión durante los últimos dos años, y justificó que los demócratas la asuman, aunque advirtió cautela.
Consideró que esta labor deberá hacerse con un sentido realista limitado de lo que esa supervisión puede lograr, considerando difícil imaginar que los próximos dos años de gobierno se produzcan revelaciones que superen lo que se conoce hasta ahora sobre el mandatario, su campaña y su presidencia.
El drama de las audiencias en el Congreso es una espada de doble filo. Enmarca el antagonismo central de los años de Trump como uno entre un Congreso supervisor y una administración corrupta, no entre la mayoría de los estadunidenses y las instituciones que los desautorizan”, indicó en una reciente opinión.
El primer acto de esta conformación se dará horas después que los demócratas asuman el control de la Cámara de Representantes, cuando aprueben una iniciativa de ley para reabrir el gobierno, cerrado por Trump, tras la negativa de aprobar un presupuesto de gastos que incluyan suficientes fondos para la construcción del muro en la frontera con México.
Con información de Excélsior