Una ceremonia en la cual estuvo presente el rey Guillermo Alejandro de Holanda como invitado de honor marcó este jueves la reapertura del museo reformado, que permaneció cerrado por la visita real, pero abrirá sus puertas al público a partir del fin de semana.
El inmueble tiene ahora una nueva entrada y salida, más espacio para actividades educativas, mayor información sobre la vida de Ana, su familia, las otras personas que también se escondieron en el anexo secreto del edificio y de quienes les ayudaron mientras estuvieron allí, entre 1942 y 1944.
El museo presenta una nueva cara, más atractiva, para los jóvenes que pueden tener pocos o carecer de conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial y la Alemania nazi en una época en que los delitos de odio aumentan, puntualizó el Museo en un comunicado.
El lugar ha sido visitado por 1.2 millones de personas cada año y la mayoría de esos visitantes tienen menos de 30 años de edad, por lo que “necesitamos proporcionar más contexto y antecedentes a la historia de Ana”, declaró a la prensa el director ejecutivo del museo, Roland Leopold.
El famoso Diario de Ana Frank retrató vívidamente la vida de una niña común que vivió circunstancias extraordinarias, escondiéndose de los nazis mientras éstos intentaban exterminar a los judíos de Europa.
Fuente: Excélsior