Su nombre es Kimberly Santleben-Stitele, tiene 43 años y celebró su divorcio… ¡haciendo explotar su vestido de novia!
Con la ayuda de su padre y cuñado, la texana rodeó su vestido con 90 kilogramos de explosivo y pum… ¡lo detonó!
Los invitados a esa “solemne ceremonia” dijeron que la mujer se veía feliz, radiante, liberada: “Este vestido representaba una época muy oscura de mi vida. ¡Fuera!”, fueron sus palabras
“Recibí muchos consejos y sugerencias de amigos y familiares, como donar para bebés prematuros y batas de bautismo. Sin embargo, para mí, el vestido representaba una mentira. Quería tener una fiesta de divorcio para quemar el vestido «.
Y así fue:
Fuente: Excélsior
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