El mexicano Guillermo del Toro recibió este sábado un homenaje por parte del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) y en su discurso de agradecimiento afirmó que valoraba el reconocimiento, especialmente en unos tiempos en los que, aseguró, su «raza» está siendo «vilipendiada».
«Tengo que creer que este tributo no es accidental y llega en un momento en el que mi raza está siendo vilipendiada y están intentando que desaparezcan tanto mi país como mi comunidad a través de ciertas leyes», señaló desde su atril el autor de Hellboy, Pacific Rim o Crimson Peak.
Del Toro fue presentado por Jeffrey Katzenberg, uno de los cofundadores del estudio DreamWorks, quien prometió que el próximo proyecto del realizador, Pinnochio, un largometraje de animación que escribirá y producirá como un musical en stop motion, será «algo nunca visto hasta ahora».
Ante una audiencia de 650 espectadores que se dieron cita en uno de los salones del museo —entre ellos Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu, Salma Hayek, Dakota Johnson, Zoe Kravitz, Jared Leto, Will Ferrell, Damien Chazelle, Lana del Rey o Miranda Kerr—, del Toro hizo hincapié en el poder de las historias.
«Necesitamos entender quiénes somos en este mundo y cuál es nuestra razón de ser aquí. Para eso tenemos el arte, y el arte nos puede curar como sociedad. Necesitamos las historias más que nunca», indicó el de Guadalajara, quien rechazó los discursos en la sociedad que únicamente hablan de «blancos o negros».
El museo recaudó durante la ceremonia la cifra récord de 4,5 millones de dólares, que irán a parar a una iniciativa de la organización destinada a que el cine tenga un mayor peso en su programación.
Por su parte, Michael Govan, director ejecutivo de LACMA, destacó del cineasta su enorme destreza «para desdibujar los límites entre el tiempo y el espacio, la historia y la ficción, y la naturaleza de la fantasía».
Durante la gala también se rindió tributo a la influyente fotógrafa estadounidense Catherine Opie.
Fuente: Excélsior