Hay prioridades, dicen por ahí. Las de Paulina Rubio se llaman Andrea Nicolás y Eros. Sus hijos. Y son la respuesta más concreta al por qué no hacía un disco desde Brava!, en 2011. La Pau lo llama regeneración. Pero sólo en el lado maternal y familiar, porque todo el que la sigue sabe que La Chica Dorada es rebeldona.
Y en su nuevo disco, Deseo, Pau tiene dos rolas de desamor: Hoy eres ayer y Si te vas.
Su vida personal es puerta cerrada al ojo público. Se ha hablado tanto que una posible bioserie de su vida no es un proyecto que se vea descabellado. Incluso, ella dice que lo ve muy viable, así como lo han hecho colegas como Luis Miguel y próximamente Alejandra Guzmán.
Ha estado promoviendo Deseo y sus 11 canciones que grabó en solitario y en conjunto con Juan Magán (Late mi corazón)y Morat (Mi nuevo vicio). Su próximo sencillo será Suave y sutil, cuyo video será lanzado mañana.
El título de su disco tiene muchas aristas. Una de ellas tiene que ver con autodenominarse gitana y sentir que, como ser humano, tiene derecho a ser libre y cruzar fronteras sin limitantes.