La República Democrática del Congo comenzará a usar la próxima semana una vacuna contra el ébola para combatir una nueva epidemia del virus surgida apenas días después del final de otro brote en el país centroafricano.
Se han corroborado cuatro casos en Mangina y sus alrededores, una localidad densamente poblada del este congoleño situada a 100 kilómetros de la frontera con Uganda, y otras 20 personas murieron tras presentar síntomas similares a los de la fiebre hemorrágica, pero sin pruebas que confirmen la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cree que el nuevo brote representa un alto riesgo regional, debido a la proximidad con países vecinos. Los nuevos casos se descubrieron en julio, justo cuando las autoridades sanitarias declararon el final de otra epidemia a 2 mil 500 kilómetros en la parte oeste del país, la cual causó 33 muertos desde abril. Los funcionarios aún no han podido determinar si ambos brotes están relacionados.
Las autoridades ya estaban tomando medidas para desplegar una vacuna de Merck que se ha vuelto la mejor herramienta para contener la expansión de la virulenta cepa del ebolavirus Zaire y que ayudó a contener la epidemia anterior.
Creo que podemos empezar a usar la vacuna tan pronto como la próxima semana», dijo el ministro de Salud del Congo, Oly Ilunga Kalenga. Unas 3 mil dosis se almacenaron en la capital Kinshasa tras la última epidemia, añadió. Según la OMS, otras 300 mil dosis podrían suministrarse rápidamente.
Todos los equipos en camino están siendo informados y estamos trabajando en la cadena de frío», señaló el ministro, en referencia a las complejas condiciones que se necesitan para conservar la vacuna varios grados bajo cero, en una zona con clima tropical y carente de una red eléctrica confiable.
Funcionarios revelaron detalles de cómo salió a la luz el nuevo brote. Un evento clave fue la muerte y el entierro inseguro de una mujer de 65 años en Mangina a fines de julio, dijo el viernes la OMS. Había estado internada, pero luego fue liberada tras mostrar señales de recuperación.
Tras ser dada de alta presentó fiebre y otros síntomas que eran clínicamente consistentes con el ébola», dijo el jefe de respuesta a emergencias de la OMS, Peter Salama, en Ginebra. «No podemos descartar que esto esté relacionado con el brote anterior. Lo que podemos decir es que no hay evidencia que sugiera que haya un vínculo concreto», añadió. Los resultados de la secuencia genética se esperan para el martes.
Fuente: Excélsior
