Una toma de rehenes protagonizada por presos de una cárcel de la ciudad venezolana de Cumaná, en Sucre, terminó ayer sin que se registraran víctimas, según un reporte oficial.
La amenaza, que se mantenía desde tempranas horas, concluyó con un anuncio del gobierno de que trasladará a los internos, que retenían a una treintena de funcionarios.
Resuelta la situación de indisciplina en el Internado Judicial de Cumaná, revoltosos serán trasladados”, anunció en Twitter la ministra de Servicio Penitenciario, Iris Varela.
La funcionaria informó que los implicados serán recluidos en la cárcel de alta seguridad de El Dorado, en una apartada región del estado Bolívar (sur), y que como castigo se les suspenderán las visitas durante tres meses.
Varela no precisó si el traslado fue fruto de un acuerdo con las autoridades.
Los presos mantenían retenidos a guardias, personal administrativo y profesores que dictan clases en el presidio, según la organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad, que defiende los derechos de los reclusos.
La toma estaba a cargo de siete convictos, de una población de cerca de 375, de acuerdo con reportes preliminares.
Al menos cinco de ellos tenían armas de fuego que al parecer conservaban ocultas, dijo más temprano el director de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto.
Esta difundió fotografías en las que se veía a hombres armados con el uniforme de la prisión y el rostro cubierto.
Exigían traslados a otras cárceles y protestaban “en contra del retardo procesal y para exigir una alimentación adecuada”, indicó Nieto.
Fuente: Excélsior