Si te topas con el vocalista de Imagine Dragons, Dan Reynolds, y sientes que te ignora, no lo está haciendo. Solo intenta cuidar su voz para sus actuaciones en vivo.
Hacer espectáculos de dos horas tantos días de la semana es sencillamente intenso». dijo el rockero de 30 años, cuya banda comenzó el segundo tramo de su gira mundial “Evolve” esta semana.
El cuarteto ganador del Grammy es conocido por sus poderosas actuaciones en vivo, en la que Reynolds recorre todo el escenario derrochando toda su energía mientras interpreta éxitos como Radioactive y Believer.
Raynolds explicó qué hace para mantenerse en forma y saludable durante sus giras y habló de cómo la vida de gira ha cambiado desde que Imagine Dragons comenzó a salir a dar conciertos hace una década.
Reynolds puede darse el lujo de tener un chef en sus giras, pero sería una pérdida de dinero: su dieta es súper básica y no cambia.
«Soy un animal de costumbre. Cuando estoy viajando me vuelvo realmente aburrido. … La comida es solo para alimentarme, no para que la disfrute», dijo. «Cuando estoy viajando se convierte en, ‘¿cuál es la fuente de energía más limpia para mí?’ Realmente como lo mismo todos los días».
Dice que come cada 90 minutos hasta tres o cuatro horas antes de subir al escenario porque prefiere cantar con el estómago vacío. «Eso me da mucho más de donde jalar, no estás eructando ni te da acidez en el escenario».
Cuando Imagine Dragons comenzó a salir al ruedo, ni siquiera tenía un autobús de giras — viajaban en su propio auto. Por eso ahora el grupo no ve mal consentirse con un autobús de lujo.
«Cuando empezamos era en nuestro propio auto, un Subaru y entonces subimos de categoría — compramos un vehículo de enlace aeroportuario. Construimos una camita en el fondo y nos turnábamos para dormir en ella», recordó. «Y de ahí pasamos a una ‘sprinter van’, y entonces de ahí a un (grosería) autobús de verdad, … solo que realmente accidentado con lo mínimo necesario, un par de literas y listo».
Ahora, añadió, «tratamos de conseguir el mejor autobús de gira porque esa es nuestra casa y uno trata de hacer de ella lo mejor posible».
En comparación con volar, el autobús le resulta conveniente cuando lo acompañan sus tres hijas pequeñas.
«Se van a dormir como a las 6:30 p.m. A veces mi hija de cinco años se va a la cama a las 9 p.m., así que ve parte del show», dijo Reynolds.
Fuente: Excèlsior
