La Cuarta Revolución Industrial implicó la llegada de nuevas tecnologías que provocaron, por un lado, la desaparición de algunos puestos de trabajo y, por el otro, la necesidad de desarrollar nuevas competencias y características personales. En este escenario, son varias las teorías que han surgido y que apuntan a que las habilidades interpersonales podrían ser el factor que haga la diferencia y “salve” a los trabajadores de ser remplazados por algún proceso de automatización. En entrevista con Jorge Ponga, Socio de Human Capital en Deloitte Consulting Group.
Pero, ¿qué conocemos como habilidades interpersonales?, ¿cómo podrían éstas salvar a los humanos de ser sustituidos, por ejemplo, por algún robot? Para entender esto, y dado el contexto actual en el que vivimos, es necesario redefinir el concepto de habilidades interpersonales, así el de como los esquemas de inteligencia emocional que actualmente conocemos. Para ello, se debe trabajar en nuevos conceptos, como la colaboración, una cuestión que será fundamental, dados los nuevos esquemas de trabajo a distancia o remoto que ya estamos viviendo. Asimismo, se tiene que poner especial atención en la empatía, una característica que nos servirá para entender lo que las otras personas piensan y cómo su pensamiento interconecta con el nuestro a través de en un nuevo ecosistema virtual.
Respecto a las nuevas habilidades o skills que los trabajadores del futuro deberán tener están el aprendizaje acelerado en conceptos como analítica, tecnología y matemáticas, y, uno de los que consideramos más importante, la capacidad de desaprender. Y es que actualmente en las empresas observamos, principalmente, dos grandes grupos de talento: los nativos digitales, aquellos que nacieron rodeados de todas estas nuevas tecnologías, lo que hace más fácil su adaptación a ellas, y los migrantes digitales, aquellos para quienes estas nuevas aplicaciones es algo totalmente ajeno y que, por ende, deben deshacerse de ciertos conceptos e ideas que ya tienen para adaptarse a los nuevos tiempos.
De igual forma, también será importante que los trabajadores del futuro desarrollen la capacidad de autogestión, pues viviremos una proliferación de proyectos de jóvenes emprendedores que no van a querer formar parte de grandes organizaciones y que, para lograr el éxito, deberán aprender a gestionar sus propios modelos de negocio, con disciplina y una determinada metodología. La aplicación de los cambios y las nuevas tecnologías de la Cuarta Revolución Industrial –como la Inteligencia Artificial y la automatización de procesos– ya no es solo una cuestión de operación en determinadas industrias. Lo que estamos viviendo es una transformación que impacta incluso el día a día de otras áreas, como las de soporte y administrativas.
Fuente: Excelsior