Los protagonistas de la entrega número 60 del Ariel, que se realizará el próximo martes en el Palacio de Bellas Artes, coincidieron en señalar que, si bien aún hay muchas batallas por librar a favor del cine mexicano, la fuerza de la industria radica en la unión y no en la división.
“El Ariel sí tiene un peso en la industria y es un reconocimiento muy generoso de parte de tu gremio, de la gente con la que has crecido”, expresó Humberto Busto, quien figura en la categoría de Mejor Interpretación Masculina por su rol protagónico en la cinta Oso Polar, que le mereció a su director Marcelo Tobar, el máximo galardón en la pasada edición del Festival de Morelia.
Julio Chavezmontes y Sebastián Hofmann, ganadores del Premio al Mejor Guión en el Festival de Sundance en enero de este año por Tiempo compartido, consideraron que la entrega del Ariel puede potenciar a su película, que se estrenará a finales del verano.
“Todos queremos más visibilidad y más público para el cine mexicano.
Creo que la dimensión del Ariel crece a la par de la propia industria. En lo particular estas cinco nominaciones nos ayudan mucho pensando en el estreno de agosto”, expresó Chavesmontes, quien hace un par de semanas regresó del Festival de Cannes, donde presentó la coproducción Una daga en el corazón.
Hofmann por su parte afirmó que la estatuilla “tiene un peso histórico invaluable”, aunque precisó desconocer si ganar el premio les pueda redituar en una mayor taquilla.
“Estar en esa lista de ganadores del Ariel tiene un valor histórico”.
Para Verónica Toussaint, su nominación en el renglón de Coactuación Femenina por Oso Polar es un “regalo” que impulsa su carrera.
“Tener una nominación en un evento tan prestigiado como este te da confianza, porque da valor a tu trabajo.
Todo mundo me dice que como estoy nominada voy a ser insoportable, pero ya era insoportable desde antes”, dice la actriz luciendo el humor que cada noche provoca miles de risas en el programa ¿Qué importa? de Imagen Televisión.
“Claro que pesa una nominación No sé si por esto voy a conseguir más trabajo o no, pero te da un nivel de categoría que ningún otro premio en México te da”.
Amat Escalante, cuya película La región salvaje, que le mereció el León de Plata a la Mejor Dirección en el Festival de Venecia, señaló que inscribió la cinta a la competencia organizada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, presidida por Ernesto Contreras, con la ilusión de que se reconociera el trabajo de su equipo.
“Creo que es un trabajo de la Academia ir ganando relevancia no solamente entre nosotros, sino también con el público, lo cual daría a los premios un valor diferente, quizá económico que juega un papel muy importante en esta industria”.
Como ejemplo mencionó lo que sucede con el premio Oscar de la Academia de Hollywood, que tanto a sus aspirantes como a sus ganadores, les otorga beneficios inmediatos que van de lo económico al prestigio.
Amat, quien con La región salvaje buscará 12 estatuillas incluyendo las de Mejor Película y Dirección, también habló de las ausencias en las nominaciones, en particular la de Michel Franco y Las hijas de Abril, que solamente obtuvo dos postulaciones.
“Sorprenden las omisiones que ha habido, como Michel Franco en esta ocasión y no sólo porque la cinta fue a Cannes, sino porque es arriesgada y cuenta con una dirección muy potente y acertada.
Pero pasó lo mismo con Post Tenebras Lux (de Carlos Reygadas), para mí es muy extraño. Entiendo que a veces son gustos, pero creo que tiene más que ver con que es un círculo un poco cerrado que se va abriendo poco a poco”, finalizó el cineasta.
Fuente: Excélsior