#luis MiguelLaSerie, #TodossomosMicky, #TeodioLuisitoRey, son algunos de los hashtag generados por Luis Miguel, la serie, producción que se ha convertido en el tema de conversación en escuelas, oficinas, hogares y grupos de WhatsApp.
De acuerdo con Álvaro Gordoa, socio director de Desarrollo de la Consultoría, la Capacitación y la Enseñanza de la Imagen Pública, Luis Miguel está en cierto modo “mostrándose como una víctima”, al dar a conocer a través de la serie, la relación que tenía con su padre y la forma en la que sus relaciones sentimentales se dieron.
“Luis Miguel se deja ver como una figura de estrella, pero también de víctima y eso está generando muchos sentimientos positivos hacia su persona.
“Provoca emociones como ternura, compasión, condescendencia, por lo cual se le disculpan los desplantes. Detrás hay un plan maestro de imagen pública, una estrategia de reposicionamiento y de limpiar la imagen que últimamente había estado deteriorada”, indicó Gordoa.
Por su parte Roberto Franco, Director de Consultoría en Imagen Pública Íconos, la serie muestra que Luis Miguel no es un extraterrestre, si no un humano común y corriente.
“La serie llega a ser un factor donde dejamos de ver a un ídolo lejano para mostrar que es un hombre que tiene problemas como todo el mundo, los explica y tiene audiencia.
Gordoa y Franco coinciden en que el intérprete de La incondicional, Culpable o noy Cuando calienta el sol provocaba sentimientos negativos en su audiencia, que lo percibía como un hombre frío.
“Luis Miguel había sido el victimario porque era quien no cumplía contratos, no paga pensiones alimenticias, tenía demandas, cancelaba conciertos, estaba alejado de los fans. Tenía una imagen de una persona muy cerrada, alejada. Muchos decían que estaba en decadencia. Era más infame que famoso, aparecía en los diarios por cuestiones negativas y no positivas”, señaló Gordoa.
“Este es un reposicionamiento de marca entre la gente que dejó de creer en él y para que la gente joven pudiera acercarse a sus canciones”, señaló Franco.
TODO POR ENGANCHAR
Si bien en términos de imagen pública, la serie está sirviendo para devolver a Luis Miguel a un sitio de honor, en opinión de Gordoa y Franco, hay actuaciones que no convencen; no obstante quien aparece es importante para captar otro tipo de audiencia.
“Hay algunas actuaciones que no son tan buenas, son productos que venden, por ejemplo Juanpa Zurita, quien interpreta a Alejandro Basteri. Él no es actor, su presencia es mala y sosa, pero hace que jale al público que lo sigue y que pueda ver la serie.
Fuente: Excélsior.