Miles de personas marchan en Francia para protestar contra las políticas proempresariales del presidente Emmanuel Macron.
Miles de manifestantes marcharon el sábado bajo fuertes medidas de seguridad en el oriente de París, en respuesta a la convocatoria de gremios, partidos izquierdistas y organizaciones de derechos civiles que se oponen a las políticas proempresariales del presidente Emmanuel Macron.
En otras ciudades se realizaron marchas similares, como parte de una campaña contra las políticas de Macron que los organizadores consideran proempresariales y «brutales».
En el evento de París, Philippe Martinez, dirigente del sindicato CGT, aconsejó al presidente a «sacar la cabeza por la ventana de su palacio y ver la vida real».
Se movilizaron más de mil 500 policías en París para evitar que activistas no asociados con la protesta oficial interrumpan el evento y causen daños, lo cual ha ocurrido en las últimas manifestaciones.
La policía dijo que arrestaron a 35 personas en la capital francesa antes y después del inicio de la marcha.
Algunos de ellos fueron detenidos de manera preventiva para ser interrogados, después de que se les revisara sus pertenencias y se les encontrara con «equipo» que podría ser usado para causar daños o esconder sus rostros.
Otras personas, mayormente jóvenes vestidos de negro con sus caras cubiertas, fueron detenidos al margen de la protesta principal por romper el escaparate de un negocio o dañar autobuses. La policía usó bombas lacrimógenas para hacerlos retroceder. Un policía resultó ligeramente lastimado por escombros que algunos manifestantes lanzaron.
Sindicatos, partidos de oposición y otras entidades denuncian una reforma legal encabezada por Macron que tiene la intención de socavar las protecciones laborales y aumentar los poderes policiales.
Estas organizaciones sostienen que Macron apoya reformas fiscales que favorecen a los más ricos de Francia y está trabajando para desmantelar los servicios públicos.
Por ejemplo, está haciendo más difícil que los estudiantes asistan a las universidades de su preferencia y haciendo más fácil que la policía ataque a los residentes de vecindarios menos favorecidos.
Foto: Especial
Fuente: Excélsior