El Congreso le dio a Donald Trump los mil 600 millones de dólares que quería este año para su muro “grande y hermoso” en la frontera con México, pero no le permitió cumplir a plenitud una de las principales promesas de su campaña presidencial. A continuación un vistazo al estado de cosas en torno al muro. Trump logró los mil 600 millones de dólares que buscaba en el presupuesto para este año, pero no consiguió la financiación de todo el proyecto a largo plazo que era su verdadero objetivo.
En enero el gobierno propuso una inversión de 25 mil millones de dólares a lo largo de diez años en este proyecto en la frontera con México a cambio de despejar el camino para la naturalización de 1.8 millones de jóvenes sin permiso de residencia que fueron traídos al país de niños y de medidas para restringir significativamente la inmigración legal. Esa gestión no prosperó.
Trump quería gastar mil 600 millones de dólares en un tramo nuevo de 96 kilómetros en el Valle del Río Bravo, en Texas, que es la zona más transitada por inmigrantes sin papeles, y en 22.4 kilómetros de San Diego, donde se reemplazará el muro ya existente. Al final de cuentas podrá construir muros a lo largo de 144 kilómetros, un poco más de lo que pensaba, pero deberá enfocarse mayormente en reemplazar las estructuras existentes que en construir muros nuevos. El dinero, por otro lado, llega con ciertas condiciones.
Actualmente hay barreras a lo largo de mil 46 kilómetros de los 3 mil 126 kilómetros de frontera con México. El dinero agregará un muro a lo largo de 53 kilómetros en el Valle del Río Bravo, con lo que en total habrá mil 99 kilómetros con barreras. Se contempla asimismo la construcción de un nuevo muro de 40 kilómetros en la forma de diques que costará 445 millones de dólares. Ese cerco será cinco kilómetros más corto de lo que quería Trump ya que el Congreso prohibió la construcción en el Refugio de la Vida Silvestre de Santa Ana, en Texas.
Fuente: Excelsior