Casi dos docenas de diplomáticos rusos partieron el martes hacia Rusia, después de que la primera ministra del Reino Unido les ordenara que abandonaran el país debido al ataque con agente neurotóxico en territorio británico. Varias docenas de personas, incluyendo niños, salieron de la embajada rusa, en el oeste de Londres, con maletas, bolsas y jaulas de mascotas. Algunos se abrazaron antes de abordar unos vehículos y partir. Se prevé que lleguen a Moscú el martes por la noche.
El 14 de marzo, la primera ministra Theresa May ordenó a 23 diplomáticos -quien según ella eran agentes de espionaje no declarados- abandonar Gran Bretaña. Rusia respondió expulsando a la misma cantidad de diplomáticos británicos de su territorio, quienes se espera que abandonen el país en los próximos días. Las tensiones entre ambos países han aumentado desde el 4 de marzo, cuando el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia fueron envenenados en la ciudad inglesa de Salisbury. Ambos siguen en condición crítica. Reino Unido dice que fueron envenenados con un tipo de agente neurotóxico desarrollado por la Unión Soviética, llamado ‘Novichok’.
Las potencias occidentales ven el ataque como una señal de una creciente y agresiva intromisión rusa en el extranjero. Rusia negó haber estado involucrado en el ataque, y el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dmitry Peskov, insistió el martes que «Rusia no tiene ningún tipo de almacenes de armas químicas». Cuando se le preguntó por qué Rusia no está mostrando prueba de su inocencia, él respondió: «Mantengamos la prudencia y primero que nada esperemos la prueba del Reino Unido», de que Rusia es el responsable. El Consejo de Seguridad Nacional británico se estaba reuniendo el martes para considerar posibles medidas contra Rusia. May y otros líderes de la Unión Europea iban a discutir el envenenamiento en una cumbre el jueves.
La UE condenó el lunes el envenenamiento y exhortó a Rusia a «responder urgentemente» las preguntas de Londres sobre el programa de agente neurotóxico Novichok. El ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia acusó al Reino Unido y otros países miembros de la UE de desarrollar agentes neurotóxicos parecidos, y dijo que el gobierno británico está atizando la «histeria en los medios» por el caso para distraer la atención de los problemas de negociación del país por el Brexit. Rusia insiste que abandonó todas sus armas químicas bajo supervisión internacional.