Las autoridades texanas confirmaron hoy las similitudes entre la explosión del domingo en el área del suroeste de Austin con los tres anteriores casos de paquetes bomba registrados este mes en la capital texana, por lo que, según la Policía, «nos encontramos ante un atacante en serie». El jefe de la Policía de Austin, Brian Manley, explicó en una rueda de prensa que la única diferencia entre estos artefactos, que han causado un total de dos muertos y cuatro heridos desde comienzos de mes, es que este último incrementa su nivel de «elaboración».
En este caso, el artefacto incorporó un detonador a distancia, en vez de detonar al ser manipulado por las víctimas, como en los incidentes anteriores. La investigación se encuentra en una fase preliminar, así que, antes de analizar todas las pruebas, todavía no podemos clasificar esta situación como terrorismo doméstico o como delitos de odio». Manley se refería a esas dos posibilidades porque las dos víctimas mortales y una de las heridas de los primeros ataques eran de raza negra y otra herida más eras de origen hispano, motivo por el cual las autoridades mantienen la hipótesis del motivo racial.
Sin embargo, los dos jóvenes heridos en la explosión de anoche, que están fuera de peligro pese a la gravedad de sus lesiones, son blancos, lo que aumenta la incertidumbre sobre el motivo. Ambas víctimas de este domingo «pasaban de forma normal por la acera» cuando un artefacto junto a la verja de una casa explosionó sin que hubieras manipulación previa. Esto cambia las cosas, nuestro mensaje de seguridad hasta este punto era decirle a la comunidad que no manejara paquetes sospechosos o no los recogiera, ahora necesitamos tener un nivel extra de vigilancia y cualquier objeto que parezca fuera de lugar, no se acerquen a él», advirtió Manley.
Las autoridades se muestran preocupadas ante esta cuarta explosión en menos de un mes que «puede afectar a cualquier persona de la comunidad, incluidos los niños», porque según sus primeros análisis, no hay ningún patrón en la elección de las víctimas. La gente tiene que prestar mucha atención a todo lo que ocurre a su alrededor, ante cualquier objeto sospechoso, sobre todo si observan que lleva cables, no se acerquen y llamen a las autoridades», insistió Manley. El jefe policial anunció que el valor de la recompensa por cualquier tipo de información que sirva para esclarecer el caso asciende a 100 mil dólares, junto a otros 15 mil dólares ofrecidos por la oficina del gobernador de Texas, Greg Abbott.
Fuente: Excelsior