En lugar de renovarse, los partidos en Nuevo León siguen presentando para las alcaldías a políticos que ya ocuparon los puestos, como si esos cargos fueran un negocio de familia, criticaron académicos. De acuerdo con Lourdes López, catedrática de ciencia política en la UANL y exconsejera federal del IFE, esta práctica «medieval» puede fomentar que algunos partidos políticos funcionen como patrimonio familiar de algunos cuantos. No hay mucha diferencia con los modelos medievales de organización social o a las monarquías y las dinastías. La democracia implica la rotación de la élite partidista y la rotación de proyectos», indicó.
Agregó que los partidos recurren a postular a los mismos candidatos tomando como base sus propios intereses y no para ofrecer algo nuevo a la sociedad. Nombres como Felipe de Jesús Cantú, Jesús María, Chema, Elizondo, Adalberto Madero, Pedro Garza, Cristina Díaz, César Garza o Clara Luz Flores son protagonistas frecuentes en épocas electorales y ahora vuelven a buscar alcaldías incluso por diferentes partidos. «Un partido político debe ser un proyecto de largo plazo, no se trata nada más de ganar una elección. A mí me preocupa que los nuevos partidos políticos estén haciendo alianzas sólo con propósitos electoreros y no para constituirse como una opción nueva para los ciudadanos», comentó la académica.
Para el politólogo Gilberto Miranda es necesario comparar las propuestas que hicieron antes los candidatos reciclados con las de ahora, ya que las necesidades y problemáticas son distintas. «No pueden poner sobre la mesa propuestas pasadas, tienen que refrescarse, estamos en un contexto muy diferente al que tuvimos hace 10 años. La agenda es muy distinta, antes no hablábamos de movilidad sustentable, calidad del aire, discriminación o derechos de minorías y estos personajes tienen que adaptarse a estos retos», dijo.
Agregó que una de las razones por la que los partidos postulan a gente con experiencia en el cargo es para ganar ventaja respecto a otros partidos, ya que la ciudadanía está familiarizada con sus rostros, no así con personajes desconocidos. «Hoy por hoy existen nombres conocidos que saltan de un color a otro, pero no identificamos qué representan ni tampoco a la plataforma que los postula, el cambio ha sido tan veloz que no sabemos cuáles son sus principios e ideas», señaló.
Fuente: Excelsior