En un auténtico sistema federalista, las participaciones y recursos que deben entregarse a los estados federados que integran el pacto, son distribuidas de manera proporcional a su contribución, bajo los principios de equidad e igualdad, de tal forma que, quien más aporta, más recibe, sin regateos ni exceso de discrecionalidad en su asignación, destacó Maclovio Murillo, consejero jurídico del Gobierno del estado.
Indicó que en la entrega de recursos en un sistema federalista la “actividad se realiza bajo parámetros que tratan de privilegiar la sana y justa convivencia entre las diversas entidades que, aún con independencia y autonomía propia e inclusive cierta dosis de soberanía, han decidido unirse entre sí, para conformar un estado más grande y más fuerte, conformado por varias entidades. Ese es el propósito fundamental de la unión: ‘For-ta-le-cer-se’”.
Estimó que “en México el federalismo no ha sido bien entendido por los gobiernos priistas, conforme a sus principios esenciales, y más bien lo han hecho añicos a su conveniencia, debido a que, los recursos a cada estado, no se asignan objetivamente, bajo parámetros de igualdad, equidad y proporcionalidad”.
Consideró que “el PRI ya dejó de ser el partido hegemónico y ahora comparte el poder, co-gobernando en algunos estados del país, lo cierto es que los Gobernadores siguen siendo tratados bajo criterios subjetivos y sin equidad, por las autoridades federales de primer orden, sobre todo cuando se trata de aquellos que obtuvieron su cargo habiendo sido postulados por un partido distinto al PRI, o cuando ya les resultan inconvenientes a ese partido (a muchos los han hecho renunciar hasta porque no se ganan las elecciones para el PRI)”.
Fuente: Excelsior