Los Globos de Oro siempre han sido una parada menos seria en el camino a los Premios de la Academia, una gala con alcohol y burbujas incluidos organizada por un grupo poco conocido con un gusto que a veces puede confundir.
Pero este año ha ocurrido algo interesante, pues sin duda serán unos Globos significativos.
La 75 edición de los Globos de Oro, se realizará en Beverly Hills, California, mañana será la muestra más prominente y pública hasta el momento del movimiento MeToo (yo también) que ha sacudido a Hollywood y dejado toda una serie de hombres bajo escrutinio por acusaciones de acoso o abuso sexual. Lo que ha sido por años una fiesta de estrellas toma el tono de una manifestación.
Por solidaridad con las víctimas, muchas mujeres han dicho que vestirán de negro para los Globos. Es un plan que en la alfombra roja y en el escenario asegurará que la atención siga puesta en los desequilibrios de género endémicos en la industria cinematográfica.
“Eso será muy poderoso”, dijo esta semana Allison Janney, actriz de reparto nominada por la historia de la patinadora de hielo Tonya Harding, I, Tonya. “Llevaré un vestido negro y me sentiré orgullosa de estar de pie ahí con otras actrices”.
Los Globos han sido tradicionalmente una celebración, un momento para pasarla bien y, frecuentemente, una oportunidad para un buen chiste. Pero también han tenido sus momentos políticos como el discurso del año pasado de Meryl Streep, galardonada con el premio Cecil B. DeMille, por su trayectoria. Streep habló contra el presidente electo Donald Trump, quien al día siguiente respondió que era una actriz “sobrevaluada”.
Este año la galardonada es Oprah Winfrey, quien previamente calificó la crisis tras las acusaciones contra Harvey Weinstein como “un punto de inflexión” para las mujeres.
Winfrey está entre las cientos de mujeres en la industria de los espectáculos que se han unido para formar Time’s Up, una iniciativa para abogar por una mayor igualdad de género entre ejecutivos de estudios.
También ha creado un fondo legal de 14 millones de dólares para víctimas de acoso sexual.
Al examinar las 100 películas más taquilleras de 2017, se descubrió que sólo 7.3% fueron dirigidas por mujeres, es una cifra mayor al 4.2% del año anterior, pero aún es menor al punto más alto que se logró en la década.
Ahora más que nunca parece que los Globos de Oro serán algo de lo que valga la pena hablar.