André Lagravere y Francisco Martínez fueron los triunfadores de la Tradicional Novillada de Año Nuevo de la Plaza de Toros Santa María al cortar una oreja cada uno, en la que el queretano Juan Pedro Llaguno se fue en blanco.
El festejo presentó novillos de El Garambullo, bien presentados con trapío, aunque con poco recorrido, lo que complicó a los espadas su labor en el ruedo queretano.
André Lagravere cortó el primer apéndice del festejo al segundo toro de su lote, “Amoroso”; la muerte de su enemigo se la brindó a doña Laura de Villasante, propietaria de la Ganadería de Carranco. El yucateco realizó una faena variada por ambos lados aunque al tirarse a matar pinchó en su primer intentó y dejó una estocada caída entera en el segundo viaje, el público pidió la oreja y el juez de plaza la regaló.
Con el primero de su lote estuvo voluntarioso, gustó al tendido pero también falló con el acero y salió al tercio.
Francisco Martínez tuvo una tarde golpeada, sobre todo con el segundo de su lote, primero recibió un fuerte golpe en el rostro al intentar una larga cambiada en los medios, lo que provocó se le cerrara el ojo izquierdo; cubrió el segundo tercio dejando las banderillas en todo lo alto lo que provocó una fuerte ovación del tendido.
En el tercio de muleta ejecutó pases templados que arrancó los oles del tendido, aunque al tratar de realizar pases de rodillas, “Nostálgico” lo levantó, cayendo de nuca en el ruedo, perdiendo el conocimiento, fue llevado a la enfermería, pero el joven de San Miguel de Allende salió otra vez al ruedo para culminar con la faena, pinchando en su primer intento, y dejando el acero en buen sitio en el segundo viaje, por lo que el público pidió una oreja, también regalada por el juez.
Finalmente, Juan Pedro Llaguno tuvo el peor lote del festejo, por lo que poco pudo hacer y se fue con las manos vacías.
Por: Agustín Zepeda F.
Foto: Altoro México
