La organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo encontró a la nieta 127, sustraída a sus padres desaparecidos durante la última dictadura militar argentina. La restitución de la identidad de la mujer, hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete, fue anunciada el jueves por Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, que desde hace 40 años busca a los hijos de desaparecidos que fueron apropiados en su gran mayoría por miembros de las fuerzas armadas y personas afines a la dictadura militar de 1976 a 1983.
Hace pocos días anunciamos la restitución de la nieta 126… Hoy cerramos el año de nuestro 40 aniversario con otra noticia feliz: el encuentro de la nieta 127 a la que esperamos conocer pronto para acercarla a su historia y abrazarla en la verdad”, se congratuló De Carlotto en una rueda de prensa celebrada en la sede de la institución. El nombre con el que la mujer vivió todos estos años no fue precisado. La anciana manifestó su deseo de que antes de fin de año se llegue a los 130 nietos recuperados.
Elsa Poblete, hermana de Carlos Poblete y quien estaba presente, afirmó que su sobrina “tiene dos tíos y siete tías”. Que se quede tranquila, vamos permitirle todo el tiempo del mundo para que ella procese su situación. La amamos”, agregó. Moyano y Poblete, militantes del grupo guerrillero peronista Montoneros, fueron secuestrados entre abril y mayo de 1977 en la provincia de Córdoba, en el centro de Argentina. La mujer estaba embarazada de unos ochos meses.
Ambos estuvieron cautivos en el centro clandestino La Perla y luego Moyano fue trasladada a la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) en Buenos Aires, uno de los principales centros clandestinos de detención y donde decenas de mujeres secuestradas dieron a luz. De acuerdo con el testimonio de sobrevivientes, el parto -que fue en mayo o junio de 1977- fue atendido por el médico Jorge Luis Magnacco, recientemente excarcelado al cumplir dos tercios de su condena. La niña fue arrancada de los brazos de su madre aproximadamente a los ocho días de nacer.
Fuente: Excelsior