Ante la “paradigmática” reforma fiscal aprobada ayer en Estados Unidos, el Ejecutivo y Legislativo mexicanos no deben perder tiempo para discutir a profundidad nuevas medidas recaudatorias, en un periodo extraordinario de sesiones. Estoy esperanzado que haya altura de miras y que no toda la agenda legislativa esté marcada por la época electoral. Esta legislatura tiene muchos pendientes, pero ante este cambio paradigmático no hay espacio para que se traslade a la siguiente administración”, indicó de Hoyos.
Reiteró que el tema de una reforma fiscal en México ocupa a todos los partidos políticos y que, la relación directa de la economía de nuestro país con Estados Unidos, obliga a no “ignorar la realidad”. Consideró que existen muchas medidas a corto y largo plazo para enfrentar la reforma fiscal en EU, entre ellas, el recorte al gasto público, al considerar que las finanzas públicas tienen un margen para llevarlo a cabo. Pero no solo hay que pensar en recorte, sino también en cómo dejamos de lado el populismo fiscal que rehúye a temas tan claros como modificar el impuesto predial.
Al omitirlos se carga todo el costo de la tributación en las empresas”, reprochó de Hoyos. Ayer, ante la histórica reforma aprobada en Estados Unidos, la Coparmex lanzó una serie de propuestas, entre las que destacan: Reducción de la tasa corporativa a 21 por ciento a partir del primero de enero del 2018, en lugar de la actual del 35 por ciento, un impuesto aplicable a ciertos pagos que las empresas americanas realicen a sus partes relacionadas en el extranjero, de hasta el 20 por ciento, eliminación del impuesto corporativo alternativo mínimo (AMT por sus siglas en ingles), posibilidad para ejercer deducción inmediata de inversiones, cambios en las tasas de impuesto de las personas físicas y esquema de repatriación obligatoria de capitales para empresas.
Fuente: Excelsior
