La policía australiana señaló hoy que «no hay evidencia» de que el atropello «deliberado» de casi dos decenas de personas en una de las calles más transitadas de Melbourne se trate de un acto terrorista. Instantes después de que un todoterreno ligero arrollara a los transeúntes, entre ellos un niño de 4 años, losoficiales apresaron a dos sospechosos. Un segundo varón, de 24 años, fue arrestado mientras grababa el suceso y en su mochila portaba varios cuchillos, aunque las autoridades «ahora creen que no tiene conexión con el incidente y está ayudando con la investigación».
En este momento no tenemos evidencias o información de inteligencia que indique que existe una conexión con el terrorismo», declaró Shane Patton, comisionado en funciones de la Policía del estado de Victoria -cuya capital es Melbourne-, en rueda de prensa. No obstante, las autoridades siguen trabajando con el comando antiterrorista para asegurarse de que este episodio no suponga una amenaza para la seguridad. Previamente, un portavoz oficial señaló que el atropello, que se produjo en la concurrida intersección de las calles Flinders y Elizabeth Street, fue «deliberado».
Unas 19 personas resultaron heridas, entre ellas cuatro de gravedad, explicó en la rueda de prensa el jefe del Ejecutivo de Victoria, Daniel Andrews, quien calificó el acto de «diabólico» y «cobarde». El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, dijo en la red social Twitter que las autoridades federales y estatales «trabajan juntas para asegurar la escena e investigar este incidente espeluznante». Nuestros pensamientos y plegarias para las víctimas y los trabajadores de emergencia y salud que los atienden», añadió. Según los testigos, citados por la cadena local ABC, el vehículo viajaba a «gran velocidad impactando con las personas».
En lugar de frenar en el semáforo (rojo), el vehículo continuó (…) todo sucedió en unos diez segundos», apuntó una mujer que presenció el atropello. El incidente se produjo cerca de la avenida donde el 20 de enero de este año tuvo lugar otro atropello en el que fallecieron seis personas, entre ellas un niño y un bebé, y más de una treintena resultaron heridas. Dimitrious Gargasoulas, detenido por el accidente de enero, huía de la policía cuando embistió a los peatones y se enfrenta a cargos de asesinato y tentativa de asesinato en un tribunal de Melbourne. Gargasoulas, de 27 años, alega en su defensa que sufre problemas mentales.
Fuente: Excelsior