Gregg Popovich se convirtió en uno de los grandes protagonistas del lunes, jornada en la que la mayoría de los equipos inauguraron su temporada con los media day (día de atención a medios). El entrenador de los Spurs volvió a exhibir su habitual sarcasmo que a lo largo de estos años han caracterizado sus ruedas de prensa (abrió su comparecencia con la siguiente declaración: «Es genial volver a estar delante de todos ustedes. He estado esperando todo el verano para que llegue este momento. Vale. Háganme las mismas preguntas que me llevan haciendo desde hace 15 años»), aunque lo verdaderamente noticioso fueron sus declaraciones al respecto de la polémica surgida este último fin de semana con Donald Trump por la retirada de la invitación a la Casa Blanca a los Warriors como campeones de la NBA y las severas críticas contra los jugadores de la NFL que inclinan la rodilla durante la ceremonia del himno estadounidense.
Como ya hiciera en varias ocasiones a lo largo de la pasada campaña, quien sirviera en el ejército antes de proclamarse cinco veces campeón de la NBA y convertirse en el nuevo seleccionador estadounidense (estrenará el cargo en el Mundial de China 2019 si Estados Unidos logra el billete en las Ventanas FIBA) arremetió con dureza contra el presidente del país. «Nuestro país es una vergüenza para el mundo», resumió. A continuación, recogemos las frases más destacadas de la intervención de Gregg Popovich.
Sobre la retirada de la invitación a los Warriors
«Resulta cómico que no les invitase cuando, creo, que no iban a ir de todas formas. Es como cuando un niño de sexto grado (entre 11-12 años) va a celebrar una fiesta en el patio de su casa y averigua que alguien no va a acudir así que le retira la invitación. Me parece que su comportamiento es, además de repugnante, cómico»
El problema del racismo
«No pienso en que tenga ningún tipo de plataforma. Soy un individuo. Vivo en este país (Estados Unidos). Tengo el derecho de decir y pensar lo que quiera. No tiene nada que ver con la posición en la que me encuentre. Si a alguien le ayuda a reflexionar de una u otra manera, estupendo. Pero hay que discutir sobre el tema.
La cuestión racial es un asunto ignorado por la mayoría pero que todo el mundo entiende. Y no mejorará salgo que se hable de ello constantemente. ‘Oh, van a hablar de eso otra vez. Ya están sacando de nuevo la cuestión racial. ¿Por qué tenemos que hablar sobre ello?’. Bueno, porque resulta incómodo hacerlo. Tiene que haber elementos que no sean cómodos en la agenda para conseguir que las cosas cambien, tanto si nos referimos al movimiento LGTB, el sufrimiento de las mujeres, la raza… La gente necesita que se le incomode al respecto de estos temas, sobre todo a los blancos porque vivimos con comodidad. Seguimos sin tener ni idea de lo que significa nacer blanco. Y si uno lee parte de la literatura más reciente, te das cuenta que no existe nada parecido a la blancura. Es algo que nos hemos inventado. No es lo que yo creía en un principio, pero es verdad.
Es difícil sentarse y pensar sobre por qué hemos nacido blancos. Esto supone una ventaja sistemática tanto a nivel cultural como psicológico que ha sido cimentada a lo largo de cientos de años. Pero hay muchas personas que no pueden verla de esta forma. Resulta muy complicado. No pueden lidiar diariamente con ello. A la gente le gusta conservar su posición. Mantener el statu quo y no dar su brazo a torcer. Pero hasta que esto no sea así, el problema no se va a arreglar».
Fuente: AS