A raíz del terremoto del 19 de septiembre, la venta y renta de viviendas estará detenida temporalmente. Hasta tener mayor certeza sobre las implicaciones del sismo, ya que luego se verá su impacto en los precios.
La delegación Benito Juárez ya prohibió realizar cualquier trabajo en materia de construcciones hasta que pase la emergencia. Esta demarcación ha sido muy criticada por la entrega de permisos para este tipo de proyectos.
Rodrigo Arriega, de la desarrolladora Grupo IGS Vivienda, afirmó que tras el sismo los potenciales compradores de vivienda tendrán que «pensarlo más y esperar”.
El problema quedó al descubierto con el colapso de un edificio de departamentos nuevos en Emiliano Zapata 58, llamado Residencial San José, pues todo parece indicar que se usaron materiales de mala calidad para la edificación.
Pero podría ser peor: en el país existen más de tres mil desarrolladores de vivienda. Se trata de una industria altamente fragmentada, donde algunos jugadores nacen y desaparecen en poco tiempo.
A esto, hay que sumar que sólo existen nueve empresas que participan en la Bolsa y que, por consiguiente, deben entregar información detallada sobre sus operaciones de manera constante.
Greenham cree que tampoco habrá un aumento en los precios de los departamentos, como consecuencia a la necesidad de las personas con viviendas afectadas por mudarse, la razón: la sobreoferta.
“Los departamentos estaban mucho tiempo desocupados por los precios y gran cantidad de oferta. Creo que se va a nivelar de nuevo oferta y demanda. Esto aplica para todas las colonias afectadas, en la Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo”, declaró.
Tras el sismo de 7.1 grados resultaron afectadas varios inmuebles tanto la Ciudad de México como otros estados del centro del país. El miedo colapsó a la industria de la vivienda.
El negocio está parado, principalmente en las zonas donde ha habido un fuerte boom en la construcción de departamentos.
«La constructora que hizo estos departamentos es Operadora Monteverde. Tiene cuatro años de construcción. Yo vivo en el 202 y se cayó el techo, las paredes se cuartearon en cruz, se cayó parte del balcón. Me costó un millón y medio. La constructora ya no existe, dicen que el dueño ya se murió”, dijo Laura Sánchez, residente de la calle Benito Juárez 29, muy cerca del metro Portales, en la delegación Benito Juárez.
Unos pasos adelante, en Calzada de Tlalpan 1234, lo mismo le ocurrió a Lupita Vásquez. La empresa Vía Inmobiliaria hizo unos departamentos, con precios de más de dos millones de pesos, que entregó en diciembre del año pasado. Actualmente el desarrollo presenta fisuras importantes. Otros inmuebles nuevos también están afectados.
Otro ejemplo, es el que se encuentra en el número 114 de la calle Popocatépetl, construido por Urbano Park, empresa que cuenta con varios complejos al sur de la ciudad.
Excelsior