El Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) diseñó la aplicación Reporte Responsable para teléfonos móviles, a fin de que la ciudadanía difunda daños estructurales en edificios, casas o negocios a causa del sismo del pasado 19 de septiembre y que puedan ser revisados por expertos.
El vicepresidente del Colegio, Sergio Alcocer Martínez de Castro, explicó que con la herramienta, disponible para teléfonos celulares con IOS y Android, la gente puede tomar fotografías de los daños que sufrió su inmueble para que los ingenieros identifiquen su peligrosidad y a partir de ello programar una visita para analizar lo que procede con la construcción.
“Nosotros estamos encargados sobre todo de visitar los edificios con mayor daño, catalogados como urgencias. Si vemos que el edificio -a partir de la aplicación- tiene un daño importante, los peritos certificados en seguridad estructural y de la construcción irán directamente para hacer la evaluación”, expuso mediante un comunicado del Foro Consultivo, Científico y Tecnológico (FCCyT).
Sin embargo, apuntó el investigador, si después del análisis no se requieren peritos, se canaliza a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Ciudad de México para su reparación.
Indicó que las brigadas encabezadas por el CICM son coordinadas por profesionales especializados y certificados en seguridad estructural y de la construcción, además de estar registradas en el Instituto para la Seguridad de las Construcciones y avalados por el Colegio para levantar datos y reportarlos.
En las brigadas también participan estudiantes de las universidades Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM), La Salle y Tecnológica de México, así como del Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras.
Alcocer Martínez de Castro precisó que para estas acciones, la Ciudad de México está dividida en 46 zonas que están cubiertas por una treintena de brigadas formadas, cada una, por unos 15 integrantes, aunque hay una de 36 miembros que revisa las construcciones del Centro Histórico, donde en general se sólo detectaron fisuras leves perfectamente reparables.
Señaló que aunque se ha percibido daño en inmuebles construidos antes de 1985, ello no significa que todos los edificios antes ese año sean inseguros, “se tiene que estudiar por qué fallaron estas estructuras”.
Comentó que el sismo del martes pasado fue de una magnitud más pequeña que el de 1985 pero más cercano, pues el epicentro fue a 120 kilómetros –el otro estuvo a 400 kilómetros-, por lo que afectó estructuras más bajas, de cuatro a ocho pisos.
Respecto a los reglamentos de construcción, el ingeniero resaltó que muchas edificaciones resistieron el sismo porque en general se respetó la normatividad, aunado a que las estructuras tienen mejores diseños y calidad de los material comparado con los que había hace 32 años.
El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM consideró entonces que los edificios nuevos que sufrieron graves daños posiblemente se debieron a que estaban ubicados en esquinas, con plantas bajas flexibles, con deficiencias claras en diseño y construcción que tendrían que ser revisadas a detalle y con posterioridad.
Tras resaltar que las estructuras que no sean demolidas estarán obligadas a reforzarse en los próximos meses, Sergio Alcocer subrayó que la base para un buen comportamiento y una respuesta positiva de las comunidades es cumplir con los reglamentos de construcción, por lo que llamó a la ciudadanía para regresar a la normalidad, pues la capital opera con todos sus servicios.