El gobernador Alejandro Murat afirmó que se abrió una investigación sobre el caso; portal informa que en 2012 fueron adquiridas 6 mil alertas y se distribuyeron sólo 40%
Luego del sismo de 8.2 grados Richter que ha cobrado hasta ahora la muerte de 76 personas muertas y 800 mil damnificados en Oaxaca, el gobierno estatal ya investiga si 3 mil 454 radios de alertamiento sísmico, adquiridos desde 2012, no fueron repartidos y están guardados en bodegas.
De acuerdo con el gobernador Alejandro Murat, afirmó en una entrevista televisiva que la información sobre estas radios, que alertan a la población con 30 segundos de anticipación sobre un temblor, ya es indagada por su administración.
Esta información para mí es nueva; estamos abriendo una investigación a fondo, en cuanto haya información específica con mucho gusto la comparto”, aseguró.
Esto, porque ayer el portal Animal Político dio a conocer que de acuerdo con la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca, hace cinco años fueron adquiridas 6 mil radios de alertamiento sísmico; no obstante, sólo fueron distribuidos 40 por ciento de estos; es decir, 2 mil 546.
El mandatario oaxaqueño aseguró que su administración ha invertido 7 millones de pesos para reactivar el programa de alerta sísmica, el cual fue descuidado por el gobierno anterior.
La investigación del portal informativo precisa que los aparatos distribuidos fueron a parar en los municipios de la región de los valles centrales de Oaxaca, “por ello, Juchitán —donde murió el mayor número de víctimas por el sismo del 7 de septiembre— no tenía ni una alerta”.
Además reveló que en junio de 2016 en el sitio de ventas Mercado Libre se ofertó un lote de radios de alerta sísmica —que reproducen el sonido oficial del Sistema de Alerta Sísmica del gobierno mexicano— y cada pieza costaba 3 mil pesos.
Los artículos tenían los logotipos de la Secretaría de Gobernación y de la Coordinación Nacional de Protección Civil, además de una etiqueta en la que se informaba que la adquisición de esas radios había sido con recursos del Fondo de Atención a Desastres Naturales.
Excelsior