Los directivos del museo dicen que aprovechan la atención de sus acosadores online que se burlan de sus imágenes, lo que ha incrementado las visitas al inmueble
Los ataques abrasadores no han derretido las figuras de cera en el nuevo museo de Boston.
Los directivos del Museo de Cera Dreamland dicen que aprovechan la atención inesperada que les han granjeado las multitudes de acosadores online y sus burlas a las imágenes.
Tanta polémica ha sido una verdadera bendición”, dijo el vicepresidente de ventas del museo, Michael Pelletz. “La prensa negativa ha sido maravillosa para nosotros”.
Las fotos de las estatuas de cera de tamaño natural circulan online desde que el museo abrió sus puertas en julio, y en algunos casos han sido objeto de burlas de lo más mordaces.
Todo empezó con una estatua de cera del presidente Donald Trump que según los críticos se parece más bien al senador Lindsey Graham de Carolina del Sur.
Luego fue la estatua de Tom Brady, el astro del equipo campeón del fútbol americano New England Patriots, que algunos han calificado de “espeluznante”, la de alguien “capaz de asesinarte y ocultar el cadáver”.
Ahora es la del exjugador de los Boston Celtics de la NBA Paul Pierce, que según un sitio web deportivo “se parece a alguien que no es Paul Pierce”.
Pelletz dice que algunas de las figuras no son perfectas porque se basan en fotos en lugar de las medidas de las celebridades. Y si los escultores no están profundamente familiarizados con cada rasgo de la cara de Brady, pues perdónenlos, añade, pues la mayoría vive en Londres o París.
Con todo, dijo Pelletz, cada estatua es una obra de arte cuya creación toma varios meses.
Estoy orgulloso de cada una de las figuras de cera que hay aquí”, dijo. “A algunos les gusta Picasso, a otros no. Es cuestión de percepción”.
En lo sucesivo, la mayoría de los modelos nuevos se crearán una vez que el artista se reúna con el sujeto para tomar decenas de medidas. El objetivo es agregar unas cinco estatuas por año, en su mayoría de celebridades originarias de Boston.
Hasta ahora las burlas han apuntado a unos pocos de los 101 modelos de cera de músicos, actores y personalidades históricas. Otras han suscitado admiración por su impecable semejanza.
Brandi Zeitz fue al museo con sus dos hijos y se detuvo maravillada ante una estatua del rapero Snoop Dogg sentado.
Es escalofriante, como si estuviera a punto de pararse”, dijo Zeitz después de tomar una foto a sus hijos junto a la estatua.
Algunos investigadores dicen que las figuras de cera provocan sentimientos encontrados debido a un fenómeno llamado el “valle inquietante”, una hipótesis según la cual la gente se siente perturbada ante réplicas humanas que parecen casi, no del todo, reales.
Pelletz cree que esto explica la reacción en internet. Pero algunos visitantes dijeron que la sensación experimentada fue de desilusión, no inquietud.
“No nos impresionaron”, dijo Donna Mulvey, que llevó a su hijo de 11 años en julio. “Nos dio la sensación de que las cabezas de varias figuras eran demasiado pequeñas”.
Dreamland está en buena compañía en cuanto a museos que han provocado burlas: el internet está plagado de críticas según las cuales tal o cual museo de cera en Inglaterra o Canadá o California es el peor del mundo.
Con todo, ha obtenido un éxito sorprendente por ser la primera incursión en Estados Unidos de una empresa brasileña dueña de 30 museos de cera en Brasil y México.
Pelletz dice que las críticas, lejos de alejar a la gente, atraen multitudes al lugar, ubicado a corta distancia del histórico mercado y centro de reuniones Faneuil Hall y de otras atracciones turísticas.
“Las fotos y videos no le hacen justicia”, dijo Pelletz. “A la gente que viene les encanta”.
Excelsior