El santuario temporal ubicado a dos kilómetros al norte del Faro del Puerto de San Felipe tiene un avance de 70 por ciento
El santuario temporal de la vaquita marina que se construye a dos kilómetros al norte del Faro del Puerto de San Felipe, Baja California, y que tiene un avance de 70 por ciento, comenzará a operar a partir de la primera quincena del mes de octubre, con dos carpas climatizadas y dos encierros tipo alberca dentro del mar, reveló la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En entrevista exclusiva con Excélsior, José Luis Funes Izaguirre, director general de Vida Silvestre de la Semarnat, aseguró que estas actividades, que se realizan a un costado del cerro El Cachorro, no requieren de autorización en materia de impacto ambiental, porque son obras temporales y removibles, vinculadas a la conservación y la investigación científica.
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Explicó que aunque los trabajos se realizan dentro de la zona de influencia y amortiguamiento del Área Natural Protegida Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, están en los supuestos de excepción de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), en su artículo 28 y en el artículo quinto de su Reglamento en materia de impacto ambiental.
No hay nada de obra civil, todo es de carácter temporal, removible y no se quitó duna costera ni vegetación”, aseguró.
El director general de Vida Silvestre de la Semarnat indicó, que de igual forma, las obras del programa de conservación Ex situ de la vaquita marina, no necesitan de permisos municipales o estatales, aunque se trabaja en coordinación estrecha y con el apoyo del Municipio de San Felipe y el Gobierno de Baja California.
Detalló que el santuario temporal ocupará de forma dinámica en la Zona Federal Marítimo Terrestre, entre cinco mil y siete mil metros cuadrados de superficie terrestre, donde se encuentran las dos carpas, una que servirá para alojar a los investigadores y el equipo médico, y otra que tiene una piscina donde se podrán separar a las vaquitas marinas, para mantenerlas en cuarentena o atenderlas clínicamente.
En la parte marítima, la superficie que se ocupará será de alrededor de mil 462 metros cuadrados, donde se colocarán dos encierros tipo alberca con capacidad para albergar entre ocho y 10 vaquitas marinas.
Funes Izaguirre descartó también que se necesite tramitar algún permiso por escrito para la colecta de los ejemplares, porque las labores se apegan al Artículo 62 de la Ley General de Vida Silvestre, que contempla esta actividad como parte de un proyecto de conservación, recuperación, reproducción y reintroducción a su hábitat de especies y poblaciones prioritarias para la conservación.
Agregó que la única autorización que gestionarán será ante la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), para la importación temporal de entre tres y cinco delfines de la Marina de Estados Unidos entrenados para la localización de la vaquita marina.
Pero esto, por cuestiones sanitarias, no se puede expedir ahorita los permisos, hasta dos semanas antes de que los delfines lleguen a México, porque es un convenio internacional que va más allá de la legislación nacional”, manifestó.
La carpa más grande del santuario de la vaquita marina es de lona gruesa(heavy canvas), con una medida de 36 metros de largo por nueve metros de ancho y 3.6 metros en la parte más alta.
Excelsior