sus 50 años, Halle Berry se mantiene como un sex symbol, ha ganado un Oscar en 2002 por su actuación en Monster’s Ball y además se cotiza en el jugoso mercado de cine de Hollywood, pero sus inicios no fueron sencillos y parafraseando aquella comedia de cine ochentera pasó «de mendiga a millonaria».
Incluso la segundo lugar en el concurso Miss USA en 1986 confesó que en sus años mozos cuando llegó a Nueva York no tenía dinero y como homeless tuvo que dormir en varias ocasiones en un centro para personas sin hogar.
Llamé a mi madre y le pedí que me enviara algo de dinero, y ella me dijo que no… Eso fue duro», contó la actriz a la revista ‘People’.
En plena promoción de su más reciente película, Kidnap, Berry relató que esa etapa forjó su carácter para incursionar en un mundo hostil sin el apoyo de su progenitora.
Ella me dijo: ‘Si quieres estar allí, entonces encuentra una solución’. Durante un año no hablé con ella (su madre), pero probablemente sea una de las mejores cosas que hizo por mí», aseguró.
Kidnap es un thriller sobre una madre (Berry) cuyo hijo es secuestrado y ella sale en busca de su rescate.