En la localidad se redoblaron los efectivos para que los jugadores se sientan cómodos. El brasileño es escoltado por un guardaespaldas que le puso el club
La seguridad en la ciudad deportiva del Paris Saint-Germain, situada en la localidad de Saint-Germain en Laye, se redobló en efectivos fruto de la llegada del brasileño Neymar.
Así lo confiesa un agente de seguridad privada al diario «Le Parisien», al tiempo que asegura que forma parte de una estrategia para que los jugadores se sientan cómodos.
La presencia de Neymar, que tras dos días de reposo en la ciudad mediterránea de Saint-Tropez participó ayer en su tercer entrenamiento con el club, provocó que la ciudad deportiva, conocida como Camp des Loges, se transforme en una fortaleza.
Es poco probable que su debut en la liga francesa se produzca el próximo domingo en el campo del Guingamp, puesto que el Barcelona no dio todavía luz verde al certificado del traspaso. De no llegar esta noche, el jugador no podrá ser inscrito para ese partido.
El brasileño vive por el momento en un lujoso hotel del exclusivo distrito 8 de la capital, el Royal Monceau, a la espera de que encuentre una casa para instalarse de forma definitiva.
El futbolista, de 25 años, tampoco parece contar todavía con sus deportivos, puesto que llega a la ciudad deportiva a bordo de una furgoneta con los cristales tintados, escoltado por el guardaespaldas que el club puso a su disposición permanente.
«Le Parisien» asegura que por el momento Neymar trabaja esencialmente rodeado de los otros brasileños del equipo y que, como no habla francés, no ha podido comunicarse mucho con el resto de sus compañeros.
Pero, agrega, en el vestidor se comporta como uno más, sin haber puesto la misma distancia con sus compañeros que acostumbraba el sueco Zlatan Ibrahimovic.
Fuera del entrenamiento, Neymar sigue acompañado de los amigos habituales que le siguen por todos los lados, con quienes, según el rotativo, cenó anoche en el restaurante del afamado chef Joël Robuchon, también junto a sus padres.
Excelsior