El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aseguró ayer que el presidente de su país, Donald Trump, presionó al mandatario ruso, Vladimir Putin, sobre la injerencia rusa en las elecciones, algo que este último negó.
En rueda de prensa durante la cumbre del G20 en Hamburgo, Tillerson aseguró que en la primera reunión bilateral entre ambos mandatarios, los líderes “conectaron muy rápido” y mostraron una “muy clara y positiva química”.
Putin y Trump, al fin se encuentran
AUTOR: EFE, AFP Y REUTERS
HAMBURGO.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aseguró ayer que el presidente de su país, Donald Trump, presionó al mandatario ruso, Vladimir Putin, sobre la injerencia rusa en las elecciones, algo que este último negó.
En rueda de prensa durante la cumbre del G20 en Hamburgo, Tillerson aseguró que en la primera reunión bilateral entre ambos mandatarios, los líderes “conectaron muy rápido” y mostraron una “muy clara y positiva química”.
El Presidente abrió la reunión evocando la preocupación del pueblo estadunidense sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016”, indicó Tillerson.
Tuvieron un diálogo muy enérgico y muy extenso sobre la cuestión. El Presidente le preguntó más de una vez sobre la implicación rusa y Putin negó cualquier injerencia pidió ‘pruebas’ de que Rusia tuvo un papel a la hora de afectar el resultado de las elecciones en contra de la candidata demócrata, Hillary Clinton”, añadió.
Había tantas cuestiones sobre la mesa… Trataron de todo (…) Ninguno de los dos quería parar”, aseguró.
Tras la reunión, no obstante, se divulgaron versiones contradictorias de la discusión entre Trump y Putin sobre la llamada trama rusa, con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, asegurando que Trump quitó hierro al asunto y dio por hecho que no hay pruebas sobre la injerencia rusa.
Por otro lado, la cadena CNN, en base a fuentes estadunidenses, aseguró que Trump no aceptó la negativa de Putin.
Con la aparente intención de pasar página a un escándalo que está siendo investigado por el Congreso y un fiscal independiente en Estados Unidos, ambos mandatarios acordaron trabajar en un acuerdo de “no interferencia” en el proceso político de Rusia y Estados Unidos.
Excelsior