Las orejas son esa parte del cuerpo a la que no prestamos mucha atención… al menos que duelan o empiecen a darnos molestias. Pero, ¿qué significan si de repente empiezan a verse o sentirse de manera diferente? ¿Podría ser señal de algo más grave?
Vello en los oídos
Se ha descubierto que tener pelo en las orejas puede ser señal de un problema en el corazón. A esto se le llama “señal de Frank,” y es un fuerte indicador de una posible enfermedad cardíaca. Se sigue sin saber exactamente la causa, pero no todos los que lo tienen sufren de ello.
Muchos pliegues
Hay bebés que nacen con alguna condición que los afectan durante su desarrollo, uno es el síndrome de Beckwith-Wiedemann, el cual causa hoyos y pliegues alrededor de la oreja. Esto usualmente también involucra mayor crecimiento de lo normal, así como una lengua grande y bajos niveles de azúcar. Sin embargo, el síndrome no causa mayores problemas de salud que eso.
Orejas bajas
2 de las condiciones más comunes relacionadas a este síntoma, son el Síndrome de Down y Turner. Las personas con Síndrome de Down también presentan problemas de desarrollo, mientras que las que tienen Turner presentan problema en la forma del cuello y cabeza, así como problemas de crecimiento y pubertad.
Forma inusual
Aunque sea una “etiqueta de la piel” en el oído, puede ser señal de un problema en los riñones. Esto sucede porque los riñones de un bebé se desarrollan al mismo tiempo que las orejas.
Zumbido
Esto usualmente es ocasionado con algo directamente relacionado con las orejas, como acumulación de cera o estar cerca de sonidos fuertes. Pero también puede ser señal de un problema en la articulación de la mandíbula y cráneo, o una lesión en el cuello o cabeza.
Comezón
Una infección de hongos o una irritación pueden ser la causa. Otra posible razón podría ser psoriasis, la cual sucede cuando el sistema inmune ataca, por equivocación, a la piel. Puede ser muy doloroso en las orejas, donde la piel es muy delgada… y desafortunadamente no hay cura.
Dolor de oído
Ésta puede ser señal de una infección en el oído, garganta o acumulación de cera, fluido, un diente con absceso o presión en los dientes. Si viene de la mano con vómito, dolor en la garganta, fluido del oído o inflamación, lo más seguro es que sea una infección.
Foto: Especial
Fuente: Eme de Mujer
