Karyme Lozano sonríe y comparte una anécdota especial: “Recuerdo perfecto el primer día que pisé un foro para mi primera telenovela, que fue Volver a empezar, porque mi escena inicial era con Chayanne. ¡El corazón se me salía! y no sólo porque lo iba a conocer sino porque era en Televisa, en sus foros; además, más tarde me tenía que dar un beso con Rafael Sánchez Navarro y otro con Mauricio Islas, estaba hecho un manojo de nervios, pero contenta”.
De eso han pasado ya 22 años, pero Karyme asegura que conserva esa emoción desbordante por su trabajo que incluso le impide dormir una noche antes de ir a una grabación. “Cada vez que hago algo nuevo, viene un poco el recuerdo de ese primer día”.
De ese momento a la fecha Karyme ha explorado varias facetas de su carrera, no sólo como actriz, también como escritora y productora, pero fue necesario que le llegara un golpe de la vida para iniciar un nuevo rumbo: la muerte de su papá Eduardo Lozano en 2009.
“Fue como un abrir de ojos, hice una pausa de dos años porque quería reencontrarme con esa esencia que tenía cuando comencé esta carrera, porque yo empecé a escribir desde chiquita, tenía esa inquietud de crear proyectos y lo olvidé. Ese tiempo me hizo retomar esa pasión que era el poder crear historias con las cuales la gente pudiera reír, llorar e identificarse, siendo yo esa parte creativa y no únicamente actriz. No sólo me reencontré como ser humano, sino como artista”.
Pepe & Santos vs América (2009), el corto The true meaning of love (2016) el cual escribió y produjo, y El diamante rojo (2017), son los proyectos de cine en los que Karyme ha participado activamente en esta nueva etapa de su vida, y si bien pueden parecer pocos, ella prefiere darse su tiempo y elegir únicamente lo que la convenza. “Aunque mi paso es lento, es un paso seguro. A veces digo: ‘me estoy tardando’, pero no importa, vale la pena porque cuando salgan lo voy a gozar y la gente lo va a gozar conmigo; no lo hago por hacerlo, me entrego completamente”.
Cosecha frutos. Si bien Karyme Lozano tiene un nombre reconocido en México, desde hace casi una década lucha por ganarse un lugar en el mundo del entretenimiento en Estados Unidos y este año contará con dos logros importantes: su participación en las series Kevin can wait y Real Rob, donde comparte cuadro con Kevin James y Rob Schneider, respectivamente.
“Cada vez más están llamado gente latina para participar en los programas americanos; se han dado cuenta de la importancia que tiene la comunidad latina en Estados Unidos, sobre todo que ya no somos minoría”, dice.
Su entrada a Kevin can wait se dio por Steffiana de la Cruz, esposa de Kevin James, quien pensó de inmediato en Karyme cuando se creó el personaje de Maritza, que aparece en los últimos dos capítulos de la primera temporada: es una chica callada e inocente que tendrá un cambio sorpresivo al final.
Lo mismo pasó en Real Rob, donde fue llamada por la productora mexicana Patricia Azarcoya, esposa de Rob Schneider y que actuúa en la serie; ella la eligió para interpretar a Vanessa, su mejor amiga.
La también cantante y directora explicó que a pesar de que se trata de súper estrellas, ambos son seres humanos bellos y sencillos; además, Kevin James es tímido en su trato diario.
Llegar a este punto no fue fácil, aseguró Lozano, porque la competencia en EU es brutal. “Dije, ¿cómo puedo yo abrirme camino entre tanta competencia? Se me prendió el foco y recordé que siempre me gustó escribir, me puse las pilas aprendiendo guionismo y dirigiendo, porque acá si dices que además de actuar haces esto, te respetan”.
Así se generaron sus tres primeros trabajos cinematográficos y actualmente trabaja una serie con personajes latinos, pero dignos y con un sentido aspiracional, además de una película que filmará en Rosarito, Baja California, titulada Vuelve.