Un funcionario de la Casa Blanca asegura que el mandatario estadunidense acudirá este miércoles al Vaticano dispuesto a escuchar y sin soluciones dogmáticas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acudirá este miércoles a su encuentro con el papa Francisco en el Vaticano dispuesto a escuchar y sin soluciones dogmáticas a problemas como la crisis de refugiados o el cambio climático, según la Casa Blanca.
La prensa suele retratar a Trump «un poco diferente de lo que es» realmente, ya que muchos líderes mundiales con los que ha entablado contacto han podido ver que es «una persona muy reflexiva y muy buen oyente», explicó bajo anonimato a un reducido grupo de medios, entre ellos, un alto funcionario de la Casa Blanca.
Y con esa misma actitud espera Trump la audiencia con el pontífice, sobre el que piensa que es «un gran hombre» y por quien siente «un gran respeto», agregó la fuente.
Creo que una cosa que el presidente ha demostrado es que está dispuesto a ser flexible y a tener amplitud de miras. Así que creo que va a ser un gran encuentro», anticipó el alto funcionario.
Hay desafíos globales como el calentamiento global o la crisis de refugiados sobre los que las posturas públicas defendidas por el papa y Trump han sido claramente dispares.
POSTURAS CONTRARIAS
Mientras el Papa se declara partidario de no cerrar fronteras, Trump planea construir un muro en la frontera con México y ha tratado en dos ocasiones, aunque sin éxito, de prohibir la entrada a Estados Unidos de todos los refugiados y los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.
Y frente a la encíclica del pontífice Laudato si, dedicada al impacto del cambio climático, Trump ha llegado a decir que el calentamiento global es un «invento» de los chinos y su Gobierno evalúa si Estados Unidos debe continuar formando parte del Acuerdo de París.
No obstante, según el alto funcionario, en ambos casos Trump y el Papa «no necesariamente están en desacuerdo» sobre cuál es el problema, sino que opinan de manera diferente sobre cómo afrontarlo y las posibles soluciones.
La forma de resolver problemas «no es siendo dogmático sobre una solución particular», así que, si el Papa quiere expresar su punto de vista sobre un tema determinado, «estoy seguro de que él (Trump) lo recibirá de manera muy franca y lo tomará muy en serio», sostuvo la fuente.
Por otro lado, la Casa Blanca ha planteado esta gira de Trump, que ha visitado Arabia Saudita y estuvo hoy en Israel, con el objetivo de unir a los mundos musulmán, judío y católico contra el extremismo radical.
El combate a los extremistas «es la batalla de nuestro tiempo», según el alto funcionario, que añadió que Trump hablará con el Papa de la necesidad de «un plan estratégico de largo plazo» para derrotarlos.
EXPECTACIÓN AL MÁXIMO
Trump y el pontífice no han tenido ningún contacto desde que el magnate ganó las elecciones presidenciales de noviembre pasado en Estados Unidos, así que hay muchas expectativas en torno a cómo se desarrollará su primer encuentro y al lenguaje no verbal entre ambos en los pocos minutos que podrán captar las cámaras.
Por ambas partes hay, al menos, disposición manifiesta a un acercamiento tras el duro cruce de críticas de febrero de 2016, cuando el papa puso aparentemente en duda que Trump fuera cristiano por su promesa de construir un muro fronterizo con México y el magnate replicó que nadie tenía el derecho de cuestionar su fe.
Lo normal es que las audiencias privadas que concede el Papa a líderes extranjeros duren unos 20 minutos.
Con el predecesor de Trump, Barack Obama, el pontífice se saltó la norma y pasó más de 50 minutos en marzo de 2014 hablando con él de paz, política migratoria y los conflictos en Siria y Ucrania.
Un año y medio después, en septiembre de 2015, el papa Francisco visitó la Casa Blanca en el marco de su viaje oficial a Estados Unidos y Obama, en un ambiente de elogios mutuos y la buena sintonía entre ambos, destacó el «inestimable apoyo» del pontífice en el proceso de acercamiento con Cuba.
Foto: Especial
Fuente: Excélsior