La cantante estadounidense Katy Perry comentó que durante su niñez vivió entre misoginia y sexismo.
Como hija de pastores evangélicos, a la intérprete no le estaba permitido “interactuar con gente gay”, reveló a la revista “Vogue”.
Dijo además que su verdadera educación comenzó en sus 20 y “aún hay mucho por aprender”.
“Misoginia y sexismo estuvieron en mi niñez. Tenía un problema con los machos supresores y no ser vista como igual”.
Hace unas semanas reveló que exploró en su sexualidad y que todo su mundo cambió cuando entró a la música.
Respecto de las personas homosexuales, descubrió que “esta gente no era nada de lo que me habían enseñado a temer. Eran la gente más libre, fuerte, amable e inclusiva que haya conocido”.