La economía mundial se acerca a su primavera, que se caracterizará por la creación de empleos y mayores ingresos, pero se ve amenazada por la actual incertidumbre política en la Unión Europea (UE), el proteccionismo y unas condiciones financieras globales más duras.
La evaluación fue hecha por la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
“Hay buenas noticias: tras seis años de crecimiento decepcionante, la economía mundial está ganando impulso. Eso se traducirá en más empleos, mayores ingresos, más prosperidad”, afirmó.
“A la vez hay claros riesgos a la baja: incertidumbre política que afecta al corazón de Europa, las tentaciones proteccionistas y unas condiciones financieras globales más duras que podrían provocar bruscos movimientos de capital desde las economías emergentes a las desarrolladas”, matizó.
La máxima responsable del FMI sostuvo que restringir el comercio sería una “herida autoinflingida que perturbaría la cadena de suministro, dañaría la producción global y provocaría la inflación de precios de materiales de producción y bienes de consumo”.
Los mayores perjudicados serían los hogares de baja renta, ya que “consumen la mayor parte de sus ingresos”, alertó.
“La solución a los grandes desequilibrios económicos entre países debería encontrarse a través de más cooperación internacional, no menos. Ello supone trabajar juntos para asegurar que los países eviten medidas proteccionistas y políticas que creen ventajas competitivas”, defendió.
Para contrarrestar la actual tendencia a la baja productividad, Lagarde recomendó a los gobiernos a invertir más en educación e infraestructuras, además de proporcionar incentivos fiscales para la investigación y el desarrollo.
Según análisis del FMI, si las economías avanzadas incrementaran la investigación y el desarrollo privados en un 40%, “podrían aumentar su Producto Interno Bruto un 5.0% a largo plazo”, afirmó Lagarde.
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Fuente: Crónica