El gasto en bienes y servicios aumentó 2.8% en 2016 con respecto de 2015, desplazando a las exportaciones como el principal motor del crecimiento en el país.
El 81% del crecimiento económico que tuvo el país en 2016, que fue de 2.3%, se debió al consumo de bienes y servicios de los hogares mexicanos, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El consumo privado creció 2.8% el año pasado, desplazando a las exportaciones como el principal motor de la expansión económica mexicana.
Las exportaciones mexicanas crecieron apenas 1.2% en 2016, cuando un año antes habían tenido un crecimiento de 10.3%. Sin embargo, expertos consultados advierten que el consumo privado podría perder fuerza durante este año.
CONSUMO PRIVADO FUE CLAVE EN 2016
Del 2.3% que creció la economía en 2016, 1.9 puntos porcentuales (81% del total) fueron aportados por el gasto realizado por los hogares en bienes y servicios, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con esto, el consumo privado desplazó a las exportaciones, que durante 2014 y 2015 fue el principal motor del crecimiento del país.
El consumo de los hogares mostró una aceleración por tercer año consecutivo y en 2016 creció 2.8%, frente al 2.3% que se observó en 2015; en tanto que las exportaciones mostraron una fuerte desaceleración, ya que crecieron 1.2% en 2016 desde 10.3% en 2015, lo que según expertos se explicó por la debilidad de la demanda externa y en particular del sector industrial en Estados Unidos.
EMPLEO Y SALARIO
Para Carlos González, analista de Scotiabank, los resultados del consumo “reflejaron una visión más robusta del mercado interno, que estuvo apoyado por la favorable evolución del empleo, las remesas y una inflación controlada, que impulsaron el gasto de los hogares el año pasado”.
Al interior del consumo, el de bienes y servicios nacionales creció 3.7% real en 2016, en contraste con los importados, que cayeron 0.2%, explicado por el alza en precios por causa de la depreciación del peso.
El reporte del Inegi establece que el índice de precios implícitos del consumo de bienes y servicios importados creció 15.9% en 2016, en contraste con el de bienes nacionales, que fue de 2.6%.
SEÑAL DE ALERTA
Pese al resultado favorable del gasto de los hogares en 2016, Guillermo Aboumrad, director de Estrategias de Mercado de Finamex, Casa de Bolsa, consideró como preocupante que el consumo privado creciera más que el PIB (2.8% vs. 2.3%), en un escenario de déficit de cuenta corriente, y en el que el avance de la inversión (0.4%) es limitada.
“Lo anterior significa que nos estamos endeudando para financiar al consumidor final, y no para financiar la inversión, que es la que permite mejorar la capacidad futura de crecimiento del país. Entonces nuestro crecimiento actual está minando la prosperidad de mediano plazo”, explicó.
El especialista de Finamex comentó que anticipa que el consumo privado pierda fuerza en este año, por la mayor inflación y por el alza de tasas de interés, “lo cual sería positivo para recomponer las fuentes de crecimiento de la economía”.
Sin embargo, el experto consideró que ese efecto se perdería si la inversión no repunta en este año, lo cual “se antoja difícil que mejore frente a la incertidumbre de la renegociación del TLCAN y de los recortes al gasto de inversión del sector público”.
GASTO PÚBLICO NO APORTÓ NADA
El gasto ejercido por los tres niveles de gobierno tuvo un aporte negativo de 0.2 puntos porcentuales al interior del crecimiento económico de 2016, que fue de 2.3%, revelan cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Así ya son seis años consecutivos que el gasto público tiene una contribución nula o negativa al crecimiento del país.
En 2016, la cifra negativa del gasto público obedeció a que la inversión en infraestructura tuvo una contribución negativa de 0.32 puntos, que no pudo ser compensada por el aporte positivo del consumo de gobierno (aquel para proveer bienes y servicios a la sociedad), de 0.12 puntos.
La inversión pública continúa siendo el principal lastre para el gasto gubernamental en el país, pues cayó 9.2% en 2016, con lo que sumó siete años consecutivos con contracciones.
Con este desempeño, el año pasado dicha inversión representó 3.3% del PIB, su coeficiente más bajo desde que el Inegi tiene registro (1993), pero también el más bajo desde al menos 1939, de acuerdo con una serie histórica elaborada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Asimismo, este resultado contrarrestó el crecimiento que tuvo la inversión privada (2.2%), con lo cual la inversión total en 2016 apenas se expandió 0.4%.
Según la serie del CEESP, el nivel más alto alcanzado por la inversión pública como porcentaje de PIB fue en 1981, cuando fue de 12%
Fuente: Excelsior