El gobierno de Sinaloa decidió suspender al encargado del despacho en el penal de esta ciudad y a diez elementos de seguridad, luego de la fuga de Juan José Esparragoza Monzón, hijo de El Azul y otros cuatro integrantes del Cártel del Pacífico, entre ellos el jefe de seguridad de los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
Las autoridades estatales emitieron un comunicado donde son tajantes al decir que no tolerarán actos constitutivos de un delito, ni de aquellos que asomen la sola sospecha de corrupción.
Sin excusas, justificaciones ni pretextos, sino en un elemental ejercicio de evaluación, se ha detectado la herencia de una serie de graves deficiencias en la operación de dicho Centro Penitenciario, cuya infraestructura es deplorable y, en consecuencia, se torna frágil e inoperante para cumplir sus funciones”, señala el documento emitido por el gobierno del estado.
Los 11 servidores públicos fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes, en este caso la Procuraduría General de la República, para que deslinde responsabilidades.
Aseguran que las medidas de seguridad que se vienen aplicando al interior del penal son endebles, las videocámaras insuficientes y tampoco se cuenta con inhibidores de llamadas telefónicas para que los reos no se comuniquen al exterior.
Que el personal que trabaja en el penal de Culiacán es insuficiente y los custodios no están debidamente capacitados, tienen bajos sueldos y el equipamiento de seguridad no es óptimo ni en las cantidades requeridas.
El subsecretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, señaló que uno de los principales sospechosos es José Mario Murillo Rodríguez, quien se desempeñaba como Jefe de Seguridad del penal de Culiacán, y desde la fuga de los cinco internos no saben de su paradero.
Es el encargado de los custodios y desde el día de ayer (jueves) se le convocó para auxiliar en la revisión que se realizó en el penal y no se presentó, y el día de hoy (viernes) tampoco se presentó a laborar, es una de las líneas de investigación también que tendría que tener la Procuraduría General de la Republica”, relató.
Por esa razón se cree que puede ser uno de los implicados que otorgó las facilidades para que salieran ya que hasta el momento no han localizado túneles o indicios de que hubieran brincado la barda perimetral, como en fugas que se han concretado en el pasado.
Las datos que tenían sobre esta persona ya fueron entregados a la Procuraduría General de la República, para que intenten localizarlo y rinda su declaración al respecto.
El funcionario reveló que en el horario en que tienen registrada la posible fuga de los internos había tres unidades dentro del penal; una ambulancia, un camión de basura y una unidad que trasporta los materiales hacia los talleres; una de las hipótesis es que salieron a bordo de alguno de estos vehículos.
Por el uso que se les brinda a estos vehículos es normal que ingresen y salgan constantemente del penal; sin embargo, tienen que ser revisados porque es parte de los protocolos.
Señaló que después del pase de lista del jueves por la mañana, dos de los internos que ahora se encuentran prófugos fueron captados en video, pero en el trascurso de la tarde ya no lograron encontrarlos en las grabaciones.
Todas estas evidencias también fueron entregadas a la PGR, y ahora son ellos quienes realizan las diligencias y se encargan de la investigación.
Castañeda Camarillo informó que el 19 de enero del presente año, se había solicitado el traslado de estos internos a penales de máxima seguridad, al detectar que estaban planeando una fuga.
Pero debido a que todos cuentan con un amparo que impide sacarlos del Penal de Culiacán, tres de ellos fueron reubicados solamente unos días en otro penal, mientras se buscaba incrementar las medidas de seguridad.
En dicho centro penitenciario se tienen cerca de dos mil 500 internos, pero unos 500 de ellos ingresaron por delitos federales, unos 90 son considerados de alta peligrosidad, por lo que también están buscando sacarlos de Culiacán.
Excelsior