México no está dispuesto a ceder ni un milímetro ante ciertas posiciones de Estados Unidos, tal es el caso de pagar por un muro que divida ambas fronteras, situación que es absolutamente inaceptable, aseguró el canciller Luis Videgaray.
Entrevistado en Bonn, Alemania, dijo que México no permitirá que se vulneren los derechos humanos de los connacionales en esa nación, “que no se respete el debido proceso, que se afecten, por ejemplo, las remesas que fluyen todos los días entre los mexicanos que trabajan en Estados Unidos o sus familias que están en México”.
Refirió que la construcción del muro es un gesto «muy poco amistoso entre dos naciones que somos amigos, que somos vecinos», porque difícilmente contribuirá a resolver la problemática común que hay entre ambas partes, pero reconoció que la protección de las fronteras es un derecho soberano de cada país.
Videgaray Caso dijo que en caso de llevarse a cabo la construcción, “nuestra postura siempre será que México es un país que quiere construir puentes, que no quiere construir muros”.
Sin embargo, subrayó, ambos países mantienen un dialogo constructivo, situación que prevalecerá para ahondar en otros temas, porque hay algunos elementos de la relación que son fundamentales, pero al mismo tiempo existen otros aspectos que se pueden mejorar de una manera constructiva y conjunta.
El secretario de Hacienda reconoció que hay diferencias públicas que no se han resuelto y posiciones en las que México no está dispuesto a ceder ni un milímetro, aunque en otros temas «estamos abiertos a construir a través del diálogo. Así lo hemos compartido con nuestros amigos del resto del G20”.
Mencionó que en el marco de la Reunión de Cancilleres del G20 se reunió con el secretario de Estado de la Unión Americana, Rex Tillerson, con quien continuará el diálogo el jueves 23 de febrero durante su visita a México en conjunto con el secretario de Seguridad de Estados Unidos, John Kelly.
Dicho encuentro tendrá como objetivo seguir trabajando con una agenda en la relación México-Estados Unidos en rubros de comercio, migración, seguridad y de intercambios culturales.
Al mantener entre ambos países una relación de vecindad, de amistad y también de sociedad, la agenda es amplia y compleja, por lo que la reunión será una de muchas más, resaltó.
“No es ni la primera ni mucho menos la última, pero es parte de un objetivo común y acordado de trabajar de manera constructiva por tener una relación positiva, llegar a acuerdos que sean benéficos para ambas partes.
«Lo ha dicho muy claramente el presidente de México, se trata de construir una relación que sea ganar-ganar, no necesariamente una relación que responda a los intereses de una sola parte”, agregó el canciller mexicano.
Señaló que aunque no se ha manifestado un incremento en el número de repatriados a México, el gobierno mexicano seguirá trabajando para que durante las deportaciones se respeten los derechos civiles y humanos.
“El debido proceso con respecto a nuestros connacionales, esto es en lo que vamos a estar trabajando, en lo que estamos trabajando ya, desde proveer información a los mexicanos hasta problemas de asistencia legal a través de abogados, en los casos que así lo requieren”, puntualizó.
Excelsior