En el mundo del espectáculo muchas personalidades optan por someterse a cirugías para transformar su aspecto. Que si un detalle en el rostro, que si una reducción de peso…
No obstante, hay algunas famosas que evitan la sala de operaciones y prefieren disciplinarse con una buena alimentación y mucho ejercicio.
Ya no queda mucho del aspecto que Adele tenía antes de convertirse en una estrella del pop. En los últimos años, la cantante británica ha bajado alrededor de 30 kilos con una dieta vegana.
Aunque en sus inicios oponía resistencia a bajar de peso, la intérprete de «Chasing pavements» admite que el cambio le ha hecho bien e incluso bromea en sus redes sociales su «sufrimiento al hacer ejercicio».
La actriz Melissa McCarthy también decidió dejar atrás la que por años fue su imagen. En los People’s Choice Awards 2015 lució con menos kilos.
La comediante, además de ser premiada ese año en el rubro de Actriz Favorita en Película de Comedia, atrajo los reflectores por su cambio, que atribuyó a una nueva dieta alta en proteínas y baja en carbohidratos.
La actriz mexicana Angélica Vale hizo lo propio. Su drástico cambio de apariencia a inicios del 2016 se debió a que bajó alrededor de catorce kilos. Y no, tampoco fue por someterse al bisturí sino porque -como dijera en 2006- se sometió a la dieta de «cerrar la boca».
Jessica Simpson también sorprendió en su momento con el cambio de sus curvas. En 2010 la rubia expresó su deseo de aumentar su trasero y reducir su busto para tener una figura «más equilibrada».
Trascendió que se sometió a una dieta china basada en el consumo de té. Su seguridad en sí misma la expresó en aquel tiempo con humor: «Sé que a los hombres le gustan las curvas. Siempre digo que les dará algo de dónde agarrarse».