Los visitantes usuales de la frontera le dan la espalda a los negocios para el fin de semana largo
Los comercios del Valle del Río Grande, un importante corredor comercial para el comprador mexicano, lucieron vacíos en este primer fin de semana largo.
Hoteleros de la ciudad de McAllen resintieron la ausencia de los compradores mexicanos, según declaró a medios locales, Judith Ponce, gerente del Hotel Misión.
«Nosotros los hoteleros ya bajamos las tarifas lo más que se puede bajar, estamos ofreciendo descuentos extras por lo del dólar. Yo creo que los mexicanos ya están cansados de cómo los tratan».
LOS REGIOS SE REPLIEGAN
Los habitantes de Nuevo León que aprovechan toda oportunidad para hacer compras en los centros comerciales y outlets texanos, decidieron esta vez visitar los municipios de la entidad como Bustamante, Los Ramones, Santiago, Montemorelos y Linares cerca de la zona metropolitana de Monterrey.
«Está loco el presidente Trump, no se da cuenta que ellos dependen más de nosotros, que nosotros de ellos por la fuerza laboral y mano obra calificada a menor costo la tiene con los mexicanos», dijo la residente de Monterrey, Laura García al diario El Horizonte.
Las opiniones han sido tajantes respecto al pronunciamiento de Trump, a lo que Adriana Guajardo comentó, «aquí hay muchos lugares turísticos, de diversión, y también hay comerciales de todo tipo en Monterrey, gastas menos sobre todo a como está el dólar, más la gasolina, las casetas, y luego todavía ver caras en la aduana, no gracias, aquí tenemos lo que ocupamos», dijo la paseante regiomontana.
REVISIONES QUE ACOSAN
El hábito de ir y volver de visitar a la familia y de compras al otro lado del Río Bravo, se ha vuelto incómodo para los residentes de El Paso, Texas y Ciudad Juárez, Chihuahua.
En declaraciones de paseantes, quienes cruzan frecuentemente la frontera se han encontrado con una dinámica que consideran «agresiva» e «invasiva» por parte de los agentes migratorios en las aduanas, relata Emma Ogaz a El Diario.
«Para mí ese tipo de inspecciones son una invasión a la privacidad de la gente. Los oficiales antes no lo hacían. Te preguntaban si tenías celular y qué traías, pero no miraban tu bolsa como me hicieron hoy a mí. Yo noto un cambio en la actitud de los oficiales aduanales desde que llegó Trump», relató.
Sin embargo, el temor se vive en ambos lados de la frontera, pero en el caso del lado estadounidense es más palpable.
«El temor y los rumores que se filtran afectan a decenas de negocios en El Paso como el mío, que se mantienen en su mayoría por las compras de clientes que provienen de México. Los clientes se asustan, se aburren de ser sometidos a revisiones más estrictas y dejan de visitarnos, entonces mis ventas bajan», comentó Enrique Zapata, comerciante del centro de El Paso.
Fuente: Huffington Post